Estamos en el séptimo día del mes de Zihajjeh, que coincide con el aniversario del martirio de uno de los miembros de la familia pura del profeta del Islam, el Hazrat Mohamad Baqer (la paz sea con él). El Imam Baqer nació en Medina en el tercer día de Safar del año 57 de la hégira lunar. Él presenció el martirio del Imam Husain (P) en Karbala cuando contaba sólo con 4 años de edad. Vivió junto a su padre hasta su martirio, en el año 95, asumiendo luego el Imamato por orden de Dios, del Profeta (BP) y los Imames anteriores. Su madre se llamaba Shahr Banu, y era hija del Imam Hasan Ibn 'Alí (P).
Aquel sublime después el martirio de su padre el Imam Sayyad (la paz sea con él) en el año 95 de hégira lunar lideró el barco que orientaba a la nación islámica en medio del mar turbulento de sucesos. A la edad de 19 años asumió el Imamato hasta el séptimo día del mes Zihajjeh en año 114 de hégira lunar cuando a la edad de 57 años fue envenenado por orden del califa Hoshsam ibne Abdulmalek y hecho mártir en Medina, donde fue enterrado en el cementerio de Jannat al- Baqi.
Damos el pésame por el aniversario del martirio de Imam Baqer a todos sus seguidores. Al principio de nuestro programa viajaremos a través de un cuento a la ciudad de Medina, en la era del Imam Baqer, cuando el Imam mantenía una discusión en una de sus clases.
Aquel día, los sedientos de la verdad se habían reunido como mariposas alrededor del Imam. En aquel entonces, en el extenso territorio del Islam, no existía otro personaje igual al Imam Baqer que atraía a los entusiastas de la ciencia. No existía ninguna limitación para nadie, todos podían estar presentes en las clases de este Hazrat. Un día, un hombre de Sham (Siria actual) entró en la clase, a pesar de ser un opositor de los miembros de la casa profética. Cuando la clase estaba en completo silencio, el hombre sirio se levantó y, dirigiéndose al Imam Baqer, dijo que no estaba interesado en los miembros de la casa profética, sin embargo, agregó que se había dado cuenta que el Imam era un hombre elocuente y con experiencia, por lo que deseaba escuchar sus clases. El Imam Baquer sonrió y le contestó: "Nada ni nadie se oculta ante Dios".
El hombre sirio en diferentes ocasiones había insultado al Imam y no perdía la oportunidad para mostrar un comportamiento inadecuado hacia él. Hasta que un día cayó enfermo y cada día se ponía más débil, ya que en aquella época no existía un tratamiento adecuado para curar su mal. Una noche, después de tener fuertes dolores, tuvo un sueño, tras despertarse, llamó a su familia y le contó que mientras dormía había visto como llegaba la muerte, "mi alma se separaba poco a poco de mi cuerpo, sin embargo, vi a Mohamed ibn Ali (Imam Baqer) que oraba por mi salud, entonces, Dios aceptó sus oraciones y mi alma nuevamente retornó a este mundo. Ahora quiero ir a su casa y pedirle que venga a la mía, ojala yo pueda hacerlo. Su familia le preguntó ¿Acaso no te opones a él? Él respondió, yo siempre fui su enemigo pero él nunca se ha enfurecido con mi mal comportamiento y me ha tenido mucha paciencia, a pesar de todo lo que hacía ha soportado mi presencia en su clase. Él es tan generoso y digno, que soñé que rezaba por mi salud. ¿No es increíble?, dijo el hombre.
Cuando el Imam Baqer se enteró de la enfermedad de aquel hombre rezó mucho y después partió hacia su casa, al llegar, tocó la puerta, luego de saludar, pidió ver al enfermo, entonces, el hombre al escuchar la voz del Imam, sintió que una nueva energía llenaba su vida y revivió. El Imam Baqer se le acercó más y con mucha ternura le ayudó a sentarse en su cama. Luego ordenó a la familia preparar una medicina. Según lo previsto, el hombre se mejoró después de unos días. Luego, el primer día que logró moverse, el hombre ya sano inmediatamente visitó al Imam y le dijo: "atestiguo que tú eres constancia de la existencia de Dios. Quien no te sigue se perjudicará".
La vida de los Imames y líderes musulmanes es el espejo en la que todas las personas deben mirar para vivir con dignidad. Entre las características más llamativas de los Imames figuran la honorabilidad y la integridad en sus vidas. Según los científicos, la ética y las virtudes, la espiritualidad y culto forma gran parte de la vida material y las relaciones sociales. Ellos han trabajado para promover la piedad, la virtud y la adoración a Dios entre las personas. Entre los aspectos interesantes de la vida del Imam Baqer podemos mencionar su fortaleza para trabajar arduamente y con tesón para obtener los medios de subsistencia. El Imam Baqer rechazó la pereza y siempre trabajaba enérgicamente sin importarle el calor abrasador ya sea en el campo u otro lugar a fin de obtener el sustento lícito pues sabía que era una forma de obedecer a Dios.
Mohammad ebne Abdolfatah, uno de los sabios hanafies, le pregunta al Imam, Mohammad ibn Ali, qué significado tenía el término Baqer. Él respondió: alguien que abre la tierra para revelar sus tesoros, por eso, era conocido como "Baqer al Ulom" que significa divisor de ciencia, ya que él conocía la complicidad de las ciencias y sus misterios y revelaba los tesoros.
La vida del Imam en Medina, transcurre entre propagar la sabiduría de la religión islámica y educar a destacados alumnos. Él, durante su imamato de 19 años, dio a conocer a los entusiastas musulmanes y no musulmanes que llegaban de ciudades cercanas y lejanas sus alcances, no pocos, sobre diferentes ramas de la ciencia. Asimismo, se esforzó por la creación de centros culturales y científicos pues consideraba que desde ahí podía influir en la comunidad. De hecho, la principal política del Imam Baqer fue fortalecerlas las bases culturales y religiosas del pueblo y aconsejarle sobre diversa áreas, como sociales e intelectuales. Esto se comprueba en las miles de narraciones sobre teología y principios de creencias que ha legado este Hazrat.
Aquel Hazrat fundó un amplio movimiento científico y cultural y preparó la base para fundar una gran universidad islámica. El Imam Baquer se esforzó por cultivar las puras enseñanzas del Islam, como lo hizo el Profeta. Los resultados gloriosos de este movimiento científico y cultural se revelaron en las próximas eras.
Ahora les invitamos a escuchar el recuerdo que nos trasmitió Abu Abideh, sobre el Imam Baqer: Cuando compartíamos un viaje, a lo largo del camino, siempre yo montaba primero y luego el Imam Baqer, lo que mostraba la importancia del respeto para él. Cuando estábamos juntos era como si dos amigos hubieran estado separados por mucho tiempo y recién en ese momento se volvieran a ver. Yo le dije: ¡Oh hijo del Mensajero de Dios, no he visto en otras personas esta forma de amabilidad y cariño, me gustaría que los demás sean iguales. El Imam Baquer se refirió a un punto para destacar la importancia de la amistad y el comportamiento amable entre las personas y dijo ¿Acaso no saben que dar la mano amablemente tiene tal valor que es como si los pecados se cayeran como las hojas de los árboles? y Dios atenderá siempre a los que sean amables con sus hermanos en la fe.
La resistencia para defender la posición correcta resalta en las pautas del Imam Baqer, así como que nunca se quedó en silencio ante la tiranía. En diferentes oportunidades, el Imam Baqer reveló la actuación incorrecta de los gobernadores omeyas. Según el Hazrat Baqer, los líderes y los califas tienen un papel en la felicidad o desgracia de las naciones. Si los líderes son competentes y honestos, dirigen a la comunidad hacia la felicidad y prosperidad.
Entre los califas omeyas, Hosham ibne Abdulmalek fue muy duro con el Imam Baqer, además de mandar matar algunos fieles y discípulos de este Imam. Entre las medidas hostiles de este califa figura la orden para que el Imam Baqer se presente en la sede del gobierno en Shams. El Imam Baqer cumplió la orden y se presentó a la reunión de Hosham y le dijo: si los gobiernos pasajeros están en tus manos, sabed que los gobiernos eternos es de nosotros y su resultado es para los piadosos.
La presencia del Imam en Shams reveló su grandeza espiritual y científica a los buscadores de la verdad. El Imam también destacó por su elocuencia y lenguaje expresivo en aquel territorio islámico. Así que el califa no tuvo otro remedio que dejar partir al Imam que regreso a Medina. Finalmente el fuego de la maldad y la enemistad de Hosham contra el Imam Baqer creció tanto que decidió matarlo y ordenó envenenarlo, haciéndolo así mártir mes Zihajjeh en año 114.
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