Durante su discurso en la ciudad de Ayta al-Shaab, en vísperas del 10º aniversario del fin de la guerra de 33 días, del régimen israelí contra Hezbolá, el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, «Sheij Nabil Qawwaq», consideró inútiles los esfuerzos de los Al Saud y el régimen de Israel para perjudicar el eje de la Resistencia y recalcó que esa contienda bélica puso en evidencia la amistad de Riad con Israel.
De acuerdo con el político libanés, llegó el momento de revelar las dimensiones oscuras del régimen saudí que, además de participar en las matanzas del régimen de Tel Aviv durante su ataque a Hezbolá en 2006, tuvo un papel en la extensión de dicha guerra, lo cual hizo evidente el verdadero rostro de Riad.
Qauaq subrayó que después de la guerra de 33 días, se entendió que Israel no es capaz de enfrentarse a Hezbolá y que Riad tampoco puede debilitar la Resistencia, incluso usando todo su poder político, económico y de seguridad.
Pese a las campañas de propaganda de Riad contra Hezbolá y de la inclusión de la Resistencia en una lista de patrocinadores del terrorismo, así como de las sanciones de Estados Unidos, Hezbolá se hace cada vez más poderoso en campo político y militar.
Al referirse a la crisis siria, insistió en que la Resistencia libanesa no cambiará su postura hacia el país levantino y enfrentará el peligro de la expansión del extremismo, que cuenta con el apoyo de Arabia Saudí y el régimen de Israel.
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