El periódico Al-Wasat de Bahréin ha dicho que el líder de la Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq, el que fue el mayor bloque parlamentario de Bahréin [y de oposición al régimen] partido que también fue disuelto y prohibido por el régimen de Manama, ha tenido que comparecer recientemente en una corte para la tramitación de su nuevo juicio.
El nuevo juicio fue aplazado hasta que se celebrara una siguiente sesión el día 4 de diciembre del presente año; mientras tanto el Sheij Salman tendrá que esperar esa fecha en prisión.
El juzgado de apelaciones ordenó a mediados de octubre por decisión del Tribunal de Casación del régimen, también conocido como el Tribunal Supremo de Apelaciones, la celebración de un nuevo juicio para el clérigo shiíta, ya que esta institución tiene la última palabra en las solicitudes de apelación en el país.
El Sheij Salman fue arrestado en diciembre del 2014 por respaldar las reformas [iniciativas democráticas] en el país por medios pacíficos.
El clérigo shiíta fue condenado el 16 de junio del año 2015 a cuatro años de prisión en un juicio celebrado en Manama, donde fue acusado de "insultar públicamente al Ministerio del Interior" y "incitar públicamente a otros a desobedecer la ley" a través de sus discursos políticos.
Amnistía Internacional calificó este juicio como "injusto", instando al régimen de Manama a respetar el derecho a la libertad de expresión y la reunión pacífica.
Después de apelar el veredicto, la Corte Suprema de Apelación aumentó la pena de prisión del Sheij Salman a nueve años en mayo de este año, por los cargos de incitación a la violencia y por invitar a la población asistir a las manifestaciones contra el régimen.
Bahréin es un cercano aliado de los Estados Unidos en la región del Golfo Pérsico; pero esto no ha impedido que tengan que presenciar protestas casi a diario contra la tiránica dinastía Al Jalifa, comenzadas desde mediados de febrero del 2011.
Las autoridades del régimen también han decidido que los activos pertenecientes al movimiento político al-Wefaq sean subastados. La represión contra al-Wefaq ha provocado críticas incluso del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, como también de destacados grupos de derechos humanos.
La dura represión del régimen de Manama contra las manifestaciones, respaldadas por el régimen saudí y los Emiratos Árabes Unidos, ha dejado a decenas de mártires y a cientos de heridos en todo el país.
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