"El origen de toda tribulación es el recuerdo del ego y la preocupación por sus asuntos y su suerte"
Señaló el Sheij Ahmad ibn Ayiba, que Allah esté complacido con él, en su profundo comentario a la primera de las sentencias del Libro de la Sabiduría (Kitab al Hikam):
Signo de confiar en Allah es que el ser humano no caiga en la desesperanza cuando cometa un error y que tampoco aumente su autocomplacencia cuando él es origen de un bien. También puedes expresar esto diciendo que no exacerbes tu temor ante Él ante tus negligencias, como tampoco te auto complazcas cuando tengas un momento de lucidez; nivela tu temor y tu esperanza ante Él, pues tu temor crece ante la contemplación de la Majestad de Allah, mientras que tu esperanza crece por la contemplación de su Belleza, pero tanto la Majestad como la Belleza de Allah no sufren cambios, ni aumenta ni decrece. De igual forma el temor y la esperanza del sabio ni aumenta ni disminuye, a diferencia de aquel que confía en sus acciones, pues si estas son escasas, en igual medida son escasas sus expectativas, y por el contrario si sus acciones son abundantes, aumentan sus esperanzas, todo ello consecuencia de asociar “otros” a su Señor, manifiesta expresión de su ignorancia.
Un Shayj completo es aquel que te procura el descanso de la fatiga producto de la persecución de los anhelos y ansias del ego, y no aquel que te señala el camino opuesto. Si el ser humano muere a su ego y permanece solo su Señor, encuentra el descanso y realiza el conocimiento de aquél.
Pero es necesario para todo esto la presencia de un Maestro completo que te conduzca desde las tribulaciones de tu ego hasta la calma y el sosiego a través de la contemplación de tu Señor. Un Maestro completo es aquel que te libera de toda fatiga proveniente del ego, y no el que te señala el camino de la preocupación y el afán procedente del ego. Aquel que te indica o señala el camino de las acciones originadas en el ego, acaba agotándote; aquel que te muestra este mundo acaba velándote; aquel que indica el camino de Allah es el que aconseja bien, tal como dijo el Maestro Ibn Mashishi (r.a.): “Prueba de la presencia de Allah es el olvido del ego, pues si olvidas tu ego recuerdas a tu Señor”. Allah (s.t.) ha dicho: “Tu aflicción se debe a tu olvido”.
El origen de toda tribulación es el recuerdo del ego y la preocupación por sus asuntos y su suerte, pues quien se ausenta a su ego encuentra el descanso.
Allah (s.t.) ha dicho: “En verdad hemos creado al hombre en tensión”, es decir en tribulación, agotamiento, propio de la gente que permanece velada, o lo que es lo mismo, de aquellos que viven por y para sus egos; para aquellos que han muerto a sus egos, Allah (s.t.) ha dicho: “En cuanto a los que se han acercado a Allah, para ellos hay descanso y arrayanes y un Jardín de placer”, es decir, el descanso de la comunicación con Allah, el arrayán de la belleza y el jardín de la majestad; Allah (s.t.) ha dicho de ellos: “La fatiga no les alcanza”.
No obstante, el descanso, la paz, no se alcanza sino tras el esfuerzo, de la misma forma que la victoria no se consigue sino con la búsqueda de la misma