Los vehículos militares entraron este viernes tras cruzar el puente Rey Fahd, que une Arabia Saudí con el país, según informaron medios de prensa.
Este 7 de mayo, un tribunal bahreiní tiene previsto emitir su fallo sobre el caso del prominente Ayatulá Isa Qassem, cuya nacionalidad fue revocada el año pasado.
En junio de 2016, el régimen de Bahréin decidió revocar la nacionalidad del líder espiritual del disuelto bloque de la oposición Al-Wefaq, con el pretexto de “propagar el extremismo” y “servir a intereses extranjeros”.
A Ayatulá Qassem, que rechaza las acusaciones en su contra, se le ha negado el derecho a tener un abogado que lo represente y se enfrenta a una pena de hasta 15 años de cárcel si es condenado e incluso el exilio a Turquía.
El pequeño país del golfo Pérsico, tenaz aliado de EE.UU. y Gran Bretaña, es escenario de marchas populares en diferentes partes de su territorio, en demanda de la inmediata puesta en libertad de su líder.
No obstante, las fuerzas de seguridad del régimen de los Al Jalifa, con el apoyo de fuerzas saudíes, reprimen las protestas pacíficas del pueblo, que demanda sus derechos básicos.