Las autoridades de seguridad en Bahréin impidieron que la mayoría musulmana shiíta del país celebrara sus más grandes oraciones comunitarias del viernes por sexagésima sexta semana consecutiva, al continuar imponiendo un asedio a la ciudad de Diraz, residida por más de 20 mil ciudadanos.
Los feligreses tenían que realizar las oraciones comunitarias del viernes por separado (sin ser conducidos por un imam) en la mezquita Imam As-Sadiq (as), donde se celebraban las mayores oraciones del viernes por la mayoría musulmana shiíta.
Desde junio de 2016, las autoridades de seguridad han impuesto un asedio de seguridad a Diraz, tras revocar la ciudadanía del líder espiritual de la mayoría musulmana shiíta Ayatolá Sheij Isa Qassim.
Con esta medida crece la represión contra la población musulmana shiíta, mayoría de la población del pequeño emirato del Golfo Pérsico. Centenas de civiles y activistas bahreiníes han perdido la vida, resultado heridos y encarcelados desde el año 2011, cuando el régimen de los Al Jalifa comenzó a reprimir sistemáticamente las protestas pro democracia de la población tras una revolución popular en el país árabe.