El discurso 205 de la obra Nahyul Balagha relata cómo tras dar el juramento de fidelidad, Talha y Zubayr comenzaron a refunfuñar y a quejarse de que el Imam Alí (P) los había ignorado y no estaba consultándoles en los asuntos del Califato o entregándoles la parte del tesoro público que merecían su posición y rango. Escuchando esto, el Imam Alí (P) les respondió con las siguientes palabras:
Os quejáis de sucesos tan pequeños y asuntos tan triviales y olvidáis todo el bien que os he hecho ¿Podéis darme un solo ejemplo de que os haya privado de vuestros derechos y de una sola cosa que os correspondiera como vuestra parte, y yo la retuviera?
¿Podéis señalar un solo caso de queja que me fuera traído ante mí para que yo decidiera, y fallar en dar opinión justa o una sentencia correcta, o que me mostrara confundido?
¡Por Dios! Nunca anhelé un Reino o el Califato por sí mismos. Todos vosotros me invitasteis a aceptarlo y yo lo acepté. Y cuando lo hice, me convertí en gobernante, comencé a dirigir de acuerdo con los dictados del Corán y las tradiciones del Santo Profeta (Bpd) así, siguiendo las órdenes del Corán y del Santo Profeta (Bpd) nunca necesité vuestra ayuda ni la de ningún otro. Si alguna vez necesito consejo, ciertamente os consultaré al igual que a otros hermanos musulmanes.
Por lo que se refiere a las quejas de la igual distribución de riquezas, deseo deciros que en esto sigo estrictamente al Corán y las tradiciones del Santo Profeta (Bpd). Este manera de la igual distribución de la riqueza y oportunidades le fue revelada al Santo Profeta (Bpd) por Dios Misericordioso y Él nos la entregó a nosotros; vosotros también lo sabéis.
Así pues, lo que Dios Ha Revelado como Su Ley, debiera ser aceptado por vosotros al igual que por mí. Por consiguiente, vosotros y vuestros amigos no tenéis razón al culparme de esto.
Que Dios os mantenga y me mantenga en el camino recto. Que Él me conceda paciencia.
Que Dios Tenga Misericordia de aquél que, cuando se le muestra la verdad, la acepta, la ayuda y rechaza la falsedad cuando se le pone de frente, y que ayuda de todo corazón a la causa verdadera.