¿Qué significado tiene la honorable aleya «sabed que Dios se sitúa entre el hombre y su corazón (qalb) y que seréis congregados hacia Él»?
Un breve
El vocablo “îahûl” se deriva de la raíz haûl, y significa ser una separación entre dos objetos. Cuando se habla de ser una separación, esto es, primero: deberán existir dos cosas para que la tercera cosa se interponga entre estas dos; segundo: deberá exista cercanía y relación entre éstas dos cosas.
“Qalb”: el propósito de qalb (traducido aquí como corazón) en esta aleya, no es ese mismo significado externo (órgano gerente del cuerpo), sino que se refiere a esa gema inmaterial angelical de la cual depende la humanidad del ser humano, y muchos de los estados espirituales tanto como las percepciones presentes y las adquiridas, tales como el amor y el odio y otras, son atribuidos a estos. Un corazón que según lo explicado por el Imâm ‘Alî (a.s.) es un recipiente, y el mejor de los corazones es aquél que retiene los conocimientos divinos y las buenas intenciones. Un corazón que provoca el honor y la virtud del ser humano sobre la mejor creación (el hombre), por ello la separación y ser un obstáculo no tiene un significado material, y es un asunto totalmente inmaterial y espiritual que Dios Sublime a través de este medio anuncia Su dominio sobre todas los pensamientos y los actos del ser humano. Tal y como en la aleya 16 de la Sura Qâf (50) anuncia Su perfecta y completa presencia sobre los pensamientos y los actos del ser humano: «…y Nosotros estamos más cerca de él que su vena yugular».
Allá se habla de estar presente y aquí de la dominación Divina, y ciertamente estar presente es la condición fundamental de la dominación. Claro está a este respecto pueden exponerse también otras explicaciones. Por ejemplo decir: cuando el hombre muere Dios se sitúa entre el humano y el alma, puesto que la muerte también es por deseo de Dios y bajo Su dominación, y el ser humano entra en la otra vida a través de la muerte. Al igual que se indica a continuación de la aleya: «y que seréis congregados hacia Él». O realiza esta separación por medio de cualquier otro motivo que en una forma sea parte de lo necesario para morir, como la perdición. Y el punto opuesto de perdición es guía que es una forma de vida. Esto es, si alguien no obedeció la invitación de Dios y carece de una vida pura y saludable, se ve afectado por la perdición y la muerte: «Dios cerró y selló sus corazones…». Un punto importante es que la causa fundamental del olvido de sí mismo y de la alienación, es olvidar a Dios. Dios que es el más cercano de todo lo cercano al ser humano, ¿cómo puede ser separado y olvidado? En efecto, aquél que se olvida de sí mismo entre él y su poder racional se ha provocado una separación, y en esta forma se ve afectado por la muerte no deseada.
Uno de los resultados de la separación de Dios entre el ser humano y el qalb (alma) puede resumirse de la siguiente manera: esta cercanía muestra la presencia y supervisión de Dios en todas partes y Su domino sobre todas las criaturas. El poder y logro son de Él, la actividad de la razón y del alma se encuentran también bajo Su poder. Entonces el ser humano no debe ni un momento olvidar a este Poder Absoluto.
Respuestas detalladas
Los términos importantes de la honorable aleya son: “îahûl” y “qalb”.
- a) “Îahûl” significa: hacer una separación, ser un obstáculo. Este vocablo, se deriva de la raíz haûl y significa: cambio y permuta, y se utiliza como “ser intermediario entre dos cosas[1]”. Según este segundo significado, por ejemplo, si la Luna se encuentra entre El Sol y la Tierra, decimos: la Luna está situado entre.., u obstaculiza… Cuando se habla de hacer una separación, esto es, primero: deberán existir dos cosas para que la tercera se interponga entre las otras dos y separe a la una de la otra; segundo: normalmente estas dos cosas deberán estar cerca para que la tercera termine con esta proximidad y realice separación entre estas dos.
- b) “Qalb”, su significado lingüístico, es una revuelta y transformación, y si al órgano especial que se encuentra en la parte izquierda de la cavidad torácica del ser humano lo llaman “qalb”, es porque constantemente se encuentra en estado de cambio y esfuerzo, para que con sus movimientos exactos regule la vida del ser humano.[2]
El propósito de qalb (alma) en el Sagrado Corán es esa gema inmaterial angelical de la cual depende la humanidad del ser humano, y muchos de los estados espirituales son atribuidos tanto a las percepciones presentes como a las adquiridas, tales como el amor y el odio y otras, son atribuidos a estos, inclusive ahí donde el Corán niega que el corazón tenga percepciones, quiere demostrar que el qalb carece de salud.[3]
De ahí que qalb o corazón es el órgano gerente del cuerpo, puede ser considerado como lo principal del cuerpo o de la existencia. Entonces tanto en la cultura como en su uso coránico, aquellos que carecen de entendimiento y percepción, pueden ser descritos como personas sin corazón. El difunto gran sabio Tabâtabâî considera también al qalb como el alma del ser humano, que realiza sus labores vitales con los poderes y percepciones internas con los que se encuentra equipado.[4] Y el qalb es eso mismo que ordena amar y enemistar.
Explicado de otra manera, ¿por qué Dios Todopoderoso de entre todos los órganos del cuerpo, eligió una verdad para situarse y habla respecto a ésta mientras que es el Creador del ser humano y domina cada una de las partes de éste, y las ocupa en la forma que desea, situándose entre él y su oído, entre él y su qalb, bajo el significado de un órgano de los órganos de los cuerpos materiales, y entre él y sus ojos…?
Respuesta: Puesto que el Sagrado Corán no es sólo un Libro científico, sino es también un Libro de guía. Por otra parte, el sendero para llegar al conocimiento Divino no son sólo los senderos de la razón y del pensamiento, sino que existe también el sendero del corazón. Por lo tanto el Sagrado Corán en numerosas aleyas, trata directamente con el corazón, y puesto que el Sagrado Corán es el Libro Celestial de toda la gente en todos los siglos y las épocas y durante todas las generaciones, por ello al sendero del corazón y del innato natural se le ha dado más valor e importancia que al sedero del pensamiento.
En ocasiones el ser humano tiene un pensamiento poderoso para que el corazón funcione bajo los rayos de este pensamiento. En ocasiones el corazón funciona y, bajo la sombra del funcionamiento del corazón, se originan los pensamientos, mientras que el Sagrado Corán colocó ante nosotros estos dos senderos. Pero las bases de la educación del ser humano, dependen de que su corazón reviva. Y cuando el corazón del ser humano sufre un cambio y se percata de Dios, encuentra valor.[5]
A este respecto el Imâm ‘Alî (a.s.) dijo: “Estos corazones son recipientes, y el mejor de entre éstos es el que contiene los conocimientos divinos y las buenas intenciones”. Algunos de los investigadores a este respecto dicen:
El corazón provoca el honor y las virtudes del ser humano. Como consecuencia de esta provocación ha encontrado superioridad y ha sido llamado la mejor creación. Conoció a Dios a través del corazón, y se familiariza con sus atributos, y al final se vuelve digno de las provisiones Divinas. Entonces en realidad el corazón del sabio pertenece a Dios, y es un agente para Dios, y se esfuerza para llegar a Dios. Dios habla, pregunta, otorga recompensa y castiga a través del qalb, entonces si el ser humano llegó a conocer al qalb se conoció a sí mismo. Y cuando se conoce a sí mismo, conoce a Dios. Si en un tiempo se olvidó de éste (su qalb), en realidad se olvidó de sí mismo, y olvidarse a sí mismo significa olvidar a Dios, e indudablemente, aquel que se olvida de sí mismo olvida más a otros, y la mayoría de la gente olvida su qalb, se vuelven un obstáculo entre su qalb y ella misma.[6]
En conclusión, el que la aleya en cuestión dice: «…Dios se sitúa entre el hombre y su corazón… », deberá entonces haber una cercanía entre el ser humano y su qalb para que Dios se sitúe entre éstos dos. Por lo tanto, definitivamente qalb, no tiene un significado externo (órgano de naturaleza muscular que impulsa la sangre), por ello la separación y ser un obstáculo no tiene un significado material y es un acto completamente inmaterial y espiritual. Al igual que cuando dice: «…y Nosotros estamos más cerca de él que su vena yugular»[7], esta cercanía y proximidad no es una proximidad material, sino que es un asunto inmaterial y completamente metafísico. Y de ahí que la vena yugular es considerada lo más cercano al ser humano, entonces Dios se encuentra aun más cerca que esa cercanía. Además de esto, el qalb del ser humano es el sendero del entendimiento, de la percepción, de la visión y en realidad es la necesidad de la vida racional del ser humano y sin ésta, la vida tendrá sólo un significado material y exterior. En esta aleya dice, nos situamos entre el sendero de la percepción y del entendimiento. Si decimos que el qalb del ser humano es también una de las cosas más próximas a él (tal y como la vena yugular) entonces Dios se sitúa y es obstáculo entre el ser humano y lo más cercano a él. En este caso Dios en la Sura Qâf, aleya 16 desea anunciar Su presencia. Y en la aleya que estamos tratando desea anunciar Su dominio.
El encontrarse más cercano al ser humano que su propia vena yugular, muestra la presencia de Dios, aunque como consecuencia del velo, resultado de la negligencia, no sentimos esta presencia[8], y ser un intermediario entre el ser humano y su qalb, es muestra de la dominación de Dios sobre el ser humano y sobre su qalb, mientras esta presencia es la principal condición de esta dominación. Entonces nosotros estamos bajo los deseos y el dominio de Dios.
Respecto a esta separación pueden presentarse otras explicaciones:
- a) Dios a través de la muerte se sitúa entre el ser humano y su qalb. Y ya que la muerte está en Sus manos y es muestra de Su dominio, entonces con ésta crea una separación entre el ser humano y su qalb, situándose entre estos dos. Es posible que la continuación de la aleya que dice: «y que seréis congregados hacia Él», indica a esta misma muerte que, primero: por medio de la muerte crea una separación y se sitúa entre el ser humano y su qalb; segundo: el ser humano a través de la muerte entra al valle de la resurrección y a la otra vida.
- b) Puesto que la muerte, necesariamente no es bajo el significado de la separación del alma del cuerpo, sino que cada cosa que en una forma tenga las necesidades de la muerte, es una forma de muerte y al final, provoca la separación entre el ser humano y su Por ejemplo, la desviación es una forma de muerte. Al igual que guiar y aceptar la invitación del Profeta es una forma de vida, y esto es lo que indica la primera parte de la aleya que estamos analizando: «Responded a Dios y al Mensajero cuando os invitan a lo que os da vida»[9]. Cuando alguien no aceptó la invitación de Dios, se ve afectado por el desvío y al fin por la muerte. Dios Todopoderoso también sella los corazones de estas personas: «Dios cerró y selló sus corazones…»[10], y en esta forma coloca entre el ser humano y su qalb un obstáculo, un velo y crea separación.
En efecto todas las personas que desobedecieron la guía y se dirigieron hacia la negligencia y perdición, se vieron afectadas por la muerte. Al igual que aquellos que aceptaron la guía encontraron la vida, aunque aparentemente se vieron afectados por la muerte: «Sino que están vivos y provistos de todo junto a su Señor»[11]. Es natural que cuando ocurrió la separación por medio de la muerte entre el ser humano y su qalb, entonces carece de pensamiento, sentimiento, racionalismo, entendimiento y percepción: «Tienen corazones con los que no reflexionan y ojos con los que no ven y oídos con los que no oyen».[12]
- c) Aquellos que olvidan a Dios, Dios los hace olvidarse de sí mismos. Esto es, Dios provoca que su olvido cambie al olvido de sí mismos, y alguien que se vio afectado por el olvido de sí mismo, o como se dice se vio afectado de alienación de sí mismo, se crea separación entre él y los poderes de los sentido y los de la razón. Ocurre separación entre él y su percepción y entendimiento. Pierde el poder del entendimiento y las percepciones y según lo dicho por Dios: «Él hace que se olviden de sus propias almas».[13] Se ven afectados por el olvido por parte de Dios. En efecto se ven afectados por una muerte involuntaria y se ha alejado de la vida pura basada en el culto a Dios, recordando a Dios y, en conclusión, siguiéndolo y obedeciéndolo a Él, y no sólo olvidan a Dios, sino que también se olvidan a sí mismos.
- d) Algunos de los exegetas de los textos claros interpretan îahûlat (hacer una separación) bajo el significado de separación de poder, y dicen: «…sitúa entre el hombre y su corazón…» significa que en ocasiones el ser humano decide realizar un acto, luego Dios lo hace retractarse y no lo deja que lo realice, o que lo lleve a cabo.[14]
Este es un significado aproximado, pero si nosotros tuviésemos la causa racional que concuerda con la aleya, y otras causas que también lo confirmaron, no es motivo para dejar a un lado la apariencia de la aleya que dice: «Dios se sitúa entre el hombre y su corazón». Ya que el ser humano no es una criatura compacta sino que es cóncava al igual que las demás creaciones posibles. Tal y como el difunto Kulaînî (que descanse en paz) transmitió este asunto a través de una narración del Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo: “En verdad que Dios, Honorado y Glorificado sea, creó al hijo de Adán (al ser humano) cóncavo”.[15]
Ahora que el ser humano es cóncavo entonces dentro de sí mismo hay un lugar abarcado por Dios. Por ello Dios está cerca de todos, entonces si Dios está cerca se encuentra cerca con todos Sus atributos. Ya que los atributos esenciales de Dios son Su misma esencia, y si los atributos esenciales[16] estuviesen presentes, los atributos prácticos también siguiendo a los atributos esenciales serán activos y efectivos.[17]-[18]
El resultado de estas separaciones:
- Sabemos que cada separador se encuentra más cerca de los objetos que separa inclusive más cerca que los dos objetos en sí. Entonces el ser humano, conoce a Dios más rápido y mejor que a su propio qalb, y percibe a Dios a través del conocimiento presencial. En conclusión no se equivocó en la distinción de un ejemplo y no puede dudar o presentar un pretexto ante la invitación de los heraldos Divinos del monoteísmo,
- Puesto que Dios conoce mejor, que el mismo individuo, lo que sucede en el qalb de éste, por ello el individuo no puede discordar en la aceptación de la invitación hacia el monoteísmo ni en la invitación de los heraldos Divinos, ni aceptarla sólo en forma aparente, sino que es necesario que tanto la lengua como el corazón, las dos, lleguen a creerlo y a tenerle fe.
- Cuando al ser humano se le da el atributo de bondadoso, éste está también relacionado con Dios sin intermediario. Entonces si el ser humano tiene confianza en la fe interna o en la buena intención, o en cualquiera de los atributos positivos de él y se vuelve orgulloso, es como consecuencia de su ignorancia.[19] Y como consecuencia de su ignorancia es creer ser independiente en el señorío de su qalb, y considerar tener pos sí mismo un poder absoluto.
- Dios puede, en el momento que desea, negar que el hombre se beneficie de su qalb. Entonces es una equivocación pensar que el ser humano pueda siempre compensar lo perdido, por ello deberá realizar lo más pronto posible sus obediencias sin dejarlas para después.[20]
- Esta separación es muestra de que Dios está presente y controla todo lugar, y domina sobre todas las criaturas.
El poder y el éxito son de Él, la actividad de la razón y del alma también le pertenecen. Entonces el ser humano no puede ocultar nada a Dios, sino que deberá en todas las situaciones y de todos los estados considerar a la ayuda de Dios como amigo y auxiliar de sí mismo, sin dirigirse a otro fuera de Dios.[21]
Damos fin a este debate mencionando dos narraciones.
Hishâm Ibn Sâlim transmite del Imâm As-Sâdiq (a.s.) que dijo: “El propósito de la honorable aleya es que: Dios se opone a que alguien adquiera una ciencia que viole la verdad”.[22]
En otra narración está registrado que este mismo Imâm (a.s.) dijo: “Así es, al ser humano se le antoja algo con los oídos, los ojos, las manos, pero cuando ese algo se le acerca, su corazón rechaza y entiende que eso no es la verdad”.[23]
Fuentes para mayor estudio:
Exegesis Al-Mizân, Saîîed Muhammad Husâîn Tabâtabâî, t.9, aleya 24, Sura Al-Anfâl (8).
Exegesis Nûr, Muhsin Qarâ’atî, t.4, aleya 24, Sura Al-Anfâl (8).
La declaración eterna del Corán, Ÿa’far Subhânî, p.295.
Exegesis Nemunah, Nâsir Makârim Shirâzî, t.1, p.89.
[1]– Râqib Isfâhânî, Al Mufarradât fi gharîb al-Qurân, p.137.
[2]– Subhânî Ÿa’far, La declaración eterna del Corán, p.295.
[3]–. Makârim Shirâzî Nâsir, Exegesis Nemunah, t.1, p.89
[4]–. Tabâtabâî Saîîed Muhammad Husâîn, Exegesis Al-Mizân, t.9, p.58.
[5]– Ÿawâdî Âmulî ‘Abdul.lah, La mujer en el espejo de la gloria y la belleza, p.281.
[6]– Faîdz Kâshanî Muhsin, Muhayat al-Baîdzâ, t.5, p.3.
[7]– Sagrado Corán 50:16.
[8]– Mi Amigo se encuentra más cerca de mí que yo mismo / y es asombroso que yo estoy lejos de Él / que puede hacerse, a quien puede decírsele que el Amigo / se encuentra junto de mí pero yo lejos de Él.
[9]– Sagrado Corán 8:24.
[10]– Sagrado Corán 2:7.
[11]– Sagrado Corán 3:169.
[12]– Sagrado Corán 7:179.
[13]– Sagrado Corán 59:19.
[14]– Tabarsî Fadl Ibn Hasan, Mayma’ ul Baîân, t.4, p.820.
[15]– Kulaînî, Muhammad Ibn Ia’qub, Al-Kâfî, t.6, p.282.
[16]– Los diversos atributos de Dios: (1) Atributos de la esencia: que para la extracción de éstos es suficiente tener en cuenta a la esencia, tal y como los atributos de: “conocimiento”, “poder”, “vida” y otros. (2) Los atributos de los actos: estos son atributos que en su extracción no es suficiente sólo tener en cuenta a la esencia de Dios, sino que deberá tomarse en cuenta a la esencia en el rango del acto y de la creación, y extraerlos. Tal y como los atributos de: “la creación”, “el perdón”, “dar el sustento” y otros.
[17]– Yawâdî ‘Âmulî ‘Abdul.lah, La Filosofía del culto, séptima parte, p.213.
[18]– Estraído de la respuesta no.89 de esta página internética (pregunta 2951).
[19]– Tabâtabâî Saîîed Muhammad Husâîn, Exegesis Al-Mizân, t.9, p.58-60.
[20]– Exegesis Al-Mizân, t.9, p.58.
[21]– Muhsin Qarâ’atî, Exegesis Nûr, t.4, p.313.
[22]– Exegesis Al-Mizân, t.9, p.69.
[23]– Ídem.