El parlamento griego aprobó el jueves la construcción de la primera mezquita pública de Atenas, una iniciativa a la que durante años se han opuestos grupos conservadores y nacionalistas del país además de la incluyente Iglesia Ortodoxa Griega, y que ha provocado también profundas divisiones entre la coalición de gobierno en Grecia.
La propuesta fue aprobada por 206 votos a favor y 24 en contra y contó con el apoyo del partido gobernante Syriza, pero con la oposición de sus socios de gobierno, los ultranacionalistas religiosos de Griegos Independientes (ANEL).
El proyecto presentado, valorado en 950.000 euros a cargo de las arcas públicas, pretende construir la primera mezquita en 180 años en Atenas -desde la independencia de Grecia del Imperio Otomano- en una zona industrial cerca del centro de la capital helena, y no lejos de un campo de refugiados de las Naciones Unidas. La mezquita, con una capacidad únicamente para 350 personas, sin embargo no tendrá minaretes en lo que se considera una concesión a los sectores más conservadores de Grecia.
Durante del debate, el ministro de Educación y Asuntos Religiosos del país, Nikos Filis, hizo hincapié en que Grecia debe evitar los errores cometidos en otros países de Europa done no se ha conseguido integrar a los inmigrantes, lo que los ha convertido en objeto de discriminación y los ha alegado vunerablemente al extremismo. “Europa no ha aceptado que el Islam es una realidad”, subrayó Filis, quien consideró la existencia de mezquitas improvisadas en Atenas como “una desgracia para nuestro país”.
Se estima que sólo en Atenas -con una población de más de tres millones de habitantes- viven cerca de 200.000 musulmanes que tienen que recurrir a reunirse para orar en simples pisos o bajos imporvisados sin las debidas condiciones por la férrea oposición que hasta ahora han mantenido los sectores más nacionalistas a la construcción de una mezquita en la capital; entre ellos los ultraderechistas de Amanecer Dorado que ya han advertido que harán todo lo posible para impedir las obras.
Organizaciones de derechos humanos han criticado repetidamente en los últimos años la negativa de las autoridades griegas a construir una mezquita en Atenas por las presiones de los grupos ultranacionalistas.
Durante años, la población musulmana de la capital griega se ha visto obligada a celebrar sus ceremonias religiosas en locales particulares o incluso en espacios públicos como parques, sin contar siquiera con un cementerio.
La construcción de una mezquita en Atenas es también una de las condiciones que reiteradamente ha puesto el gobierno turco para la reapertura del seminario greco-ortodoxo en la isla de Heybeliada, frente a las costas de Estambul. Turquía también exige a las autoridades griegas que cumplan con el Tratado de Lausana y permitan a la minoría turca del norte del país elegir sus propios muftíes.
Jalil SAHURIE
© 2005-2016 AhlulBait News Agency (Agencia de Noticias de Ahlul Bait). Todos los derechos reservados. Se autoriza la reproducción, traducción o distribución de esta noticia sin modificar el contenido y citando la fuente ABNA24 y el autor/traductor.
source : abna24