Según informa la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - Karima Lopenza, una joven estudiante venezolana de medicina de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas, de 20 años de edad, ha decidido abrazar el Islam shiíta durante el comienzo del bendito mes de Ramadán. A continuación transcribimos el interesante relato de su historia.
Antes de relatar mí historia de cómo conocí el Islam y cómo finalmente llegué al camino del shiísmo, me es preciso hablar un poco de mi vida antes de todo esto. Nací y fui criada en Venezuela un país occidental con un ritmo de conducta libertina, en donde los conocimientos acerca del Islam eran limitados. Crecí en un hogar dividido religiosamente hablando, con padre católico y madre evangélica, la cual desde que tengo uso de razón puso todo su empeño en enseñarme sus doctrinas religiosas, y aún así aunque dentro de esas enseñanzas pasé la mayor parte de mi vida con una sensación en mí de que algo me faltaba; el deseo que anhelaba sentir mi corazón estando en el lugar y el camino correcto, pero por más que lo intentase se me fue imposible sentirlo.
…’’¿Acaso no te encontró extraviado y os guió?’’ (Capítulo de la Mañana, Aleya 7 del Sagrado Corán)…
Posteriormente sin saberlo un día cambiaría todo para mí, marcando de esta manera un antes y un después en mi vida. Recuerdo transcurría mi adolescencia con total normalidad, aunque aún con diecisiete años habían dudas e incógnitas en mí que necesitaban ser llenadas, y fue allí en donde estoy segura por decreto de Dios fui guiada y dirigida hacía lo que sería de ahora en adelante la verdad más certera en mi vida, sin duda uno de los caminos más tortuosos por los he tenido que transitar, pero sin duda alguna volvería a recorrerlo una y otra vez sin cambiar nada en absoluto, pues al final me llevó a aquello que lleno mi vida y dio sosiego a mi alma, y por fin apaciguo aquellas tantas dudas que me agobiaban… el ISLAM.
A mis diecisiete años de edad jamás hubiese pasado por mi mente que mi vida se acercaría al camino de la verdad mediante el Islam, como ya mencioné al vivir en un país donde la interacción con esta religión fuese limitada, más allá de solo conocer los típicos comentarios que la gente ignorante suele hacer sobre el tema, en donde la imagen de la religión gira en torno a injusticias, sufrimiento, terrorismo y muchas otras atrocidades que los medios de comunicación y el mundo se empeñan en hacernos creer. Fue a esta edad al culminar mi etapa de estudios secundarios donde tengo un verdadero acercamiento con una persona practicante del Islam, era proveniente de Egipto residente en mi país hacía ya varios años, quién para ese momento sería mi jefe, recuerdo haberlo conocido en uno de los momentos más significativos e importantes para todo musulmán, durante el mes de “RAMADÁN”, como mencioné anteriormente mi conocimiento acerca de la religión era solo basado en prejuicios, así que al enterarme que debía pasar parte de mis días cerca de un musulmán me resultaba un tanto molesto. Pero al pasar de los pocos días mi actitud reacia fue tornándose un poco másapaciguada al ver la actitud de aquel buen hombre y su comportamiento, que lo hacía distinto a muchas de las personas originarias de mi país.
Y de a poco mi curiosidad insaciable pudo más, ver como su constancia y su fe era más fuerte que todo lo demás, abrió el deseo en mí de indagar un poco más, y entonces surgieron aún muchas más preguntas en mí, tenía ansias de conocer, de saber qué era eso a lo que él llamaba “Ramadán” ya que jamás lo había escuchado en mi vida, cuál era el motivo por el cual tanto él como muchos millones de personas en el mundo se abstenían de alimentos y de otros placeres mundanos justo en esta época del año, ver la constancia y el amor con el que hacía lo que dictaba su religión y que quizás para cualquier otro supondría un verdadero sacrificio fue lo que más captó mi atención, recuerdo que siempre solía rezar en un lugar que me resultaba visible y lo observaba y sentía un sentimiento gratificante por ver esa manera de adoración que antes era totalmente desconocida para mí. Así transcurrieron los días, iniciando mis mañanas con recitaciones de la palabra de Dios, el Corán, y aunque aquellas palabras resultaran para mí intelegibles, la sensación que podía sentir dentro de mí me decían lo contrario, y es que realmente con el recuerdo de Allah se tranquilizan los corazones, la paz y tranquilidad que producían esas palabras en mí fue una experiencia y sensación diferente, pero sin duda maravillosa.
Fue así como Allah fue sembrando una pequeña semilla en mi corazón que tiempo más tarde daría buenos frutos, por convicción propia necesitaba saber por mí misma qué era eso, a lo que me enfrentaba y había causado tanto efecto en mí, fue como recuerdo conseguir una copia del Corán en mi idioma, necesitaba ver por mí misma lo que allí se revelaba, y así inicié mi camino hacia la verdad, y cada día al leer e investigar más acerca del Islam crecía un sentimiento de pertenencia en mi corazón, y por fin empezaba a sentir eso que tanto había anhelado y nunca había encontrado hasta ese momento, el sentimiento de estar en el lugar y dirección correcta. Aunque he de reconocer que ese sentimiento causó al principio un poco de miedo en mí, debido a que estaba segura que tomar este camino me traería adversidades en el ámbito social, pero sobretodo en el que más me preocupaba era “el ámbito familiar”, pero a pesar de todo ello, me fue imposible frenar esa certeza dentro de mí de que por fin Dios había guiado mi vida de entre tantas personas a la religión verdadera, y que pasase lo que pasase allí debía pertenecer lo que me restara de vida.
Transcurrió un año desde ese primer acercamiento real con el Islam hasta el día en el que decidí totalmente convencida pronunciar ante Dios y otras personas como testigo mi testimonio de fe (Shahhada), dando certeza de que mi vida a partir de ese momento sería dedicada a servirle a Allah y a su Mensajero (Bpd). Un año sin duda lleno de emociones, de altos y bajos, un año en donde dedique mi tiempo al aprendizaje de las cuestiones referentes a la religión, un año en donde debí prepararme para asumir con total responsabilidad y entrega lo que sería luego la decisión más importante que tomaría en mi vida… Y fue así, como por designio de Allah un día antes del inicio de ese siguiente Ramadán, donde inicié convencida y definitivamente mi camino en la verdad.
De la Escuela Sunnita a la Shiíta
Casi cinco años han transcurrido desde ese día que tomé la mejor decisión de mi vida, pero sin saber que aún luego de este tiempo Allah sigue guiando mi camino y acercándome aún más a la verdad absoluta. Por cuestiones de mayoría en mi país, al conocer el Islam lo hice desde la perspectiva de la Escuela Sunnita, quien tiene una mayor cantidad de seguidores, tanto aquí como en la mayoría del mundo. El ser humano tiende siempre a rechazar o sentir miedo por lo desconocido, e insensatamente siempre logra optar por crear una opinión errada acerca de algo en particular, y siempre crea opiniones basadas en comentarios de personas ajenas. Tal cual como me sucedió hace cinco años atrás cuando recién conocía el Islam, y solo tenía una imagen de odio hacia este. Una vez más en mi vida había escuchado muchas veces una palabra que realmente no entendía, que suponía -pero por ignorancia o desconocimiento- tenía que rechazar, a los llamados shiítas.
Las enseñanzas obtenidas desde la jurisprudencia del sunnismo habían sido hasta cierto punto aceptables para mí, aunque he de confesar siempre causó un poco de inquietud el que solo se nos presentara, o al menos en el lugar donde vivo, al Islam como un estilo de vida, más que como una religión, en donde la cantidad de personas regresadas al Islam eran cada día más y más grandes, pero muchos de ellos optaban por este camino sin el pleno convencimiento o enseñanzas acerca de los cimientos de la religión, donde más que seguirla de una forma mecanizada fuese practicada desde el corazón, hasta el punto de convertirse el Islam a mi alrededor como una especie de moda (…) restándole así el verdadero valor que supone ser musulmán y seguidores de Allah y de nuestro querido Profeta Muhammad (Bpd). Volvieron a nacer con el tiempo nuevas dudas, que quizás pueda mencionar en otra oportunidad, lo cierto es que, mis dudas y preguntas que siempre fueron dirigidas a personas con mucho más conocimiento y experiencia dentro de la religión nunca pudieron ser respondidas a cabalidad, y siempre quedaba algún aspecto no totalmente claro para mí.
Si es cierto que en el sunnismo encontré el camino que había anhelado, y encontré entre sus seguidores personas quienes brindaron su afecto hacía mí, y me ayudaron a emprender mi camino al principio cuando aún era débil para andar sola, pero muy a pesar de eso, siempre hubo algo que no podía entender; Yo conocía y creía en la palabra “ISLAM”, pero muchos de ellos me hablaban de “los sunnitas” y “los shiítas”; había esa división que yo no lograba entender. ¿Qué tenía un shiíta que lo hacía diferente a mí que soy sunnita? ¿Y por qué se me decía que no me era permitido compartir un salat con alguien que practicase la doctrina shiíta? Y mucho más aún, ¿por qué escuchaba decir siempre de una manera un poco despectiva que me mantuviese alejada de ellos?, ¿pues acaso eran unos desviados? He incluso presenciar enfrentamiento verbales entre hermanos de ambas Escuelas, ¿acaso no creían ellos también en todos los Profetas (P) enviados y en el Mensajero de Allah (Bpd), ¿acaso no se guiaban también por el Libro Sagrado, el Corán? Recuerdo escuchaba decir que ellos no creían en el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con Él), lo cual visto desde ese punto de vista y bajo mi ignorancia en ese momento me parecía absurdo.
[Ubicación de Carupano, en el mapa de Venezuela.]
Ubicación de Carupano, en el mapa de Venezuela.
Y así preferí siempre mantenerme al margen de un acercamiento a tan siquiera investigar quienes son los shiítas y conocer más acerca de ellos. Pero una vez más Allah tenía preparado algo diferente para mi camino, y así sin saberlo, tuve mi primer contacto con unO de ellos. Quizás fue el instrumento utilizado por Allah para acercarme aún más a la verdad, y mediante él arrojar la luz que necesitaba en mi vida. Creo que es también necesario hablarles un poco acerca de él, ya que también es parte fundamental de todo este transcurso de transformación de mi mentalidad y creencia acerca del shiísmo; él es latino y converso en el Islam, al igual que yo, aunque con muchos años más de diferencia dentro de la religión, hacía ya más de cinco años que se había dedicado a los estudios islámicos como seminarista en la Madrasa al-Imam as-Sadiq (P) en la ciudad santa de Qom, República Islámica de Irán, por tanto nuestro contacto ha sido vía internet debido a la distancia. Recuerdo que al principio de entablar una amena conversación con esta persona no me pareció importante saber a qué escuela pertenecía, hasta que un día debido a mi curiosidad decido hacer le pregunta, a lo que recuerdo que dijo: Si, soy shiíta, y justo en ese momento fue algo confuso para mí, pues era la primera vez que entablaba una conversación directa con una persona de aquellas que tantas veces me advirtieron alejarme, y me sorprendió la amabilidad con la que yo era tratada a pesar de ser sunnita, pues en cierto modo también esperaba que hubiese cierto grado de rechazo de ellos hacia nosotros, pero no fue así. Al contrario siempre respetó mis puntos de vista, y aunque con creencias distintas siempre nos fue posible mantener una conversación con cordialidad, en donde el amablemente empleaba su tiempo libre e inclusive aquel que ya tuviese comprometido para explicarme una a una las doctrinas que sigue el shiísmo, y explicarme todo con detalle desde el principio desde nuestro Profeta (Bpdl) y todo el transcurso de sucesión luego de su muerte, y toda su Descendencia (P), temas que nunca antes había conocido, temas que desde mi escuela de pensamiento sunnita jamás se habían mencionado (en mi comunidad).
Al principio fui entendiendo muchas cosas, y llegué a cuestionarme e inclusive pedir perdón a Allah por alguna vez haber permitido que mi corazón se llenase de malos sentimiento y emociones por personas que siguen su camino y dedican su vida a adorarlo, al igual como lo llevo haciéndo yo desde hace algunos años. Y entonces entendí que no hay nada malo en ellos, y que no hay nada -en terminos generales- que los haga distinto a mí. A medida que este hermano iba hablándome cada cosa que decía tenía sentido para mí, mucho a decir verdad, y nuevamente mi deseo de encontrar el verdadero camino floreció, y una vez más dedique tiempo a leer, a llenarlo a él de preguntas, de entender que la verdad absoluta solo es una, y que Allah le abre el corazón para que acepte la verdad a quién Él quiere, y yo por segunda vez había sido elegida.
[Paisaje de Carupano, Venezuela.]
Paisaje de Carupano, Venezuela.
Hace poco vi una frase que caló en mí, ‘’Si verdaderamente deseas conocer la verdad, obsérvala con tus propios ojos, y pon certeza en tu corazón a través de ellos’’. Fue necesario ser ignorante acerca del shiísmo, para posteriormente ver con mis propios ojos la verdad que hay en él y así tener certeza en mi corazón, de que aquellos pensamientos que hace un tiempo atrás me acompañaban siempre habían estado errados, y que es necesario recorrer a veces un largo camino para llegar al final al lugar donde Dios decretó sería tu lugar permanente. Fue necesaria en parte la llegada a mi vida de esa persona quien con dedicación y mucho cariño hizo que en mi flaquearan todos esos prejuicios acerca de los shiítas, y me permitiera por mí misma emprender un camino de descubrimiento, y tomar nuevamente una decisión transcendental en mi vida, el seguir las doctrinas del shiísmo, adorar al único Dios, y seguir a Su Último Profeta (Bpd) y a su Descendencia Inmaculada -Ahlul Bait- (la paz y las bendiciones de Dios sean con todos ellos).
Y hoy una vez más en un Ramadán vuelvo a tomar el camino de Allah y de Su misericordia, siguiendo el camino del shiísmo, con plena fe y convencimiento de que he seguido siendo guiada hasta acá por la gracia de nuestro Señor. Hace cinco años atrás jamás hubiese imaginado que hoy estaría aquí escribiendo estas palabras, y relatando como mi vida cambió luego de conocer el Islam, y que cada una de las cosas sucedidas a lo largo de este tiempo y las personas conocidas han sido una muestra de amor de Allah hacía mí, pues de entre millones de personas Él me encontró perdida y me guió hasta Él…
source : abna24