Las multitudes de personas han salido de sus casas el pasado día domingo, luego de escuchar un llamado por parte del clero shiíta de Bahréin a tomar las calles de todo el país en solidaridad con el Sheij Issa Qassim.
El Sheij Issa Qassim es el líder espiritual del bloque de oposición bahreiní [disuelto por el régimen imperante el año pasado] conocido como la Sociedad Nacional Islámica al-Wefaq. En junio del año pasado este distinguido clérigo shiíta se le fue arrebatada su ciudadanía por las acusaciones de usar su posición para servir a intereses extranjeros y promover el "sectarismo" y la "violencia". Él ha negado estas acusaciones.
Con cargos similares se enfrentan otros clérigos shiítas como el Sheij Hussain Mahrus y el Sheij Mirza al-Dirazi, jefe de oficina del partido y su empleado respectivamente.
Las fuerzas de seguridad han estado en alerta en Bahréin en vísperas de la sesión de la corte que enjuiciará al Sheij Issa Qassim. Los tres imputados debían ser juzgado el 7 de mayo, no obstante un tribunal del régimen decidió aplazar el juicio hasta el 21 de mayo, informaron medios locales.
Cientos de soldados del régimen saudí han cruzado la isla usando el puente rey Fahd antes del eventual juicio.
Las tropas saudíes y emiratíes fueron enviadas a Bahréin inmediatamente después de la revolución para ayudar en la represión contra los civiles al régimen de Manama.
La coalición Anti-régimen, “la Juventud de la Revolución del 14 Febrero” lanzó una declaración, advirtiendo de medidas drásticas contra el régimen. El movimiento dijo que consideraba que cualquier posible sentencia judicial arbitraria y "tiránica" contra el Sheij Issa Qassem debería ser anulada.
Esta coalición también ha dicho que persecución contra Sheij Issa Qassim, está en línea con una persecución sistemática contra la inmensa mayoría Shiíta [nativa] que habita en isla a raíz de venganzas políticas y tribales.
La acción gubernamental contra el clérigo y líder bahreiní se está llevando a cabo en el marco de la implementación de la agenda estadounidense, británica e israelí en suelo bahreiní [como muchos otros planes implementados en la región] y viene como consecuencia de las derrotas sufridas por Arabia Saudí y sus aliados en esta zona del mundo.
La ciudad natal del Sheij Issa Qassim, Al-Diraz, ubicada al noroeste de la isla, ha estado bajo un bloqueo policial desde la promulgación del decreto que despojó la ciudadanía al ya nombrado clérigo.
El jueves, muchos organismos bahreiníes y de derechos internacionales, incluido el Centro Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos, han citado el art. 19 de las Naciones Unidas firmado por Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea, instándoles a tomar medidas frente a la persecución del clérigo y al resto de shiítas.
Ellos hicieron un llamado a las autoridades pertinentes que restituyeran la ciudadanía al Sheij Issa Qasseim.