En un discurso televisivo divulgado este domingo, Al-Houthi señaló el hecho de que Yemen sea blanco de una agresión extranjera no significa que el pueblo se aleje de una cuestión tan importante como Palestina. "Es imposible olvidar que Tel Aviv es el enemigo más peligroso de la nación islámica”, afirmó.
En un discurso televisivo divulgado este domingo, Al-Houthi señaló el hecho de que Yemen sea blanco de una agresión extranjera no significa que el pueblo se aleje de una cuestión tan importante como Palestina. "Es imposible olvidar que Tel Aviv es el enemigo más peligroso de la nación islámica”, afirmó.
También reafirmó el apoyo sincero al oprimido pueblo palestino y Hizbulah en su lucha contra el régimen sionista. Recalcó que EE.UU. y Tel Aviv son cómplices de los genocidios de Riad.
El máximo dirigente del movimiento popular yemenita dijo que la agresión saudita a Yemen solo acarreará pérdidas y miseria para los Al Saud, familia real saudita.
Dijo que Arabia Saudita es un mal vecino que es controlado por un régimen hipócrita. “No nos arrodillamos ante tal enemigo, no nos rendiremos, nunca”, exclamó Al-Houthi.
Por su parte, el expresidente de Yemen, Ali Abdolá Saleh, refutó todas las acusaciones contra Irán respecto a que haya enviado armas y equipamientos militares a ese país árabe.
En declaraciones exclusiva a la cadena británica BBC, Saleh descartó rotundamente las acusaciones de la ONU sobre el envío marítimo de armas iraníes a su país.
En este contexto, también rechazó los infundios lanzados por Arabia Saudita sobre la existencia de vínculos entre Irán y Ansar Allah, en función de los cuales el vecino norteño ha lanzado una injusta y brutal agresión contra los yemenitas.
Por otro lado, calificó de sin sentido las acusaciones contra las fuerzas yemenitas de haber cometido crímenes de guerra.
Este sábado, al menos siete civiles murieron y 11 resultados heridos como consecuencias de ataques aéreos de Arabia Saudita contra la provincia de Saada.
Fuentes militares precisaron que los cazas sauditas lanzaron varios ataques aéreos contra el barrio de Talan, en el distrito de Hidan, y dejaron a su paso cinco muertos y ocho heridos, en su mayoría mujeres y niños.