El Shaij At-Tusî (r.a.), en su libro “At-Tahdhîb”, transmite que un hombre se presentó ante el Imam As-Sâdiq (P) quejándose de su gran pobreza, al punto que estaba cerca de gritar debido al hambre. El Imam (P) le dijo entonces: “¡Hombre! ¿Acaso rezas la oración de la noche?”. El hombre dijo: “Sí”. Luego el Imam (P) volvió su rostro hacia sus discípulos y dijo: “Miente quien manifiesta que reza la oración de la noche, siendo que pasa hambre durante el día. Dios Altísimo garantizó el sustento diario para todo aquel que realice la oración de la noche”[3].