– El estudio refleja sus experiencias y la de sus hijos nacidos en la UE, y concluye que las actitudes públicas "apenas han variado en la década pasada". Forma parte del informe sobre minorías y discriminación (EU-MIDIS II), que incluye sondeos a más de 25.500 migrantes musulmanes de diversas minorías.
"Es totalmente ridículo afirmar que los musulmanes no están integrados en las sociedades europeas. Al contrario: encontramos que su confianza en las instituciones democráticas es mayor que en gran parte de la población en general", asegura el director de la agencia, Michael O'Flaherty.
"Sin embargo, cualquier discriminación y delito de odio impide su inclusión y reduce su capacidad para encontrar trabajo. De esta manera, corremos el riesgo de alienar a individuos y poblaciones enteras, lo cual puede tener consecuencias peligrosas", advierte.
Tanto los nombres y apellidos, así como símbolos visibles de su pertenencia religiosa en la vestimenta o el color de la piel de muchas personas que se identifican como musulmanas pueden acarrearles un tratamiento discriminatorio.
En este sentido, el informe hace especial hincapié en la situación de las mujeres. El 35% de las mujeres musulmanas que buscan trabajo, en comparación con el 4% de hombres musulmanes, mencionan la ropa como una razón de su discriminación.
Asimismo, un 16% de los musulmanes encuestados tuvo que someterse alguna vez a un control policial y casi la mitad, un 42%, de ese porcentaje afirmaron que la única razón era su "condición de inmigrante o pertenencia a una minoría étnica". El 27% de los encuestados dijo haber experimentado "hostigamiento" debido a este último motivo y un 2% fue víctima de agresiones racistas, según el informe.
Los datos del Eurobarómetro, recogidos en el documento, indican que el 71% de la población comunitaria dice no tener problemas si uno de sus colegas de trabajo es musulmán, un porcentaje inferior que si se tratara de budistas (81%), judíos (84%), ateos (87%) o cristianos (94%).
El sentimiento más negativo hacia la posibilidad de tener un colega musulmán en el trabajo se registra en la República Checa, donde solo un 27% dijo que se sentiría a gusto o que le sería indiferente, lo que contrasta con el 89% en Suecia.
En cuanto a los vínculos más cercanos, uno de cada tres europeos se sentiría "disgustado" si su hijo o hija tuviese una relación amorosa con alguien musulmán. Frente a ello, el 17 % de los seguidores del islam tampoco aceptaría bien que un miembro de su familia contraiga matrimonio con una persona de otra religión, según informa Efe.