De hecho, los guardias palestinos de la referida mezquita no han permitido a la delegación bahreiní, que constaba de 24 miembros de la asociación “Esto es Bahréin”, entrar en ese sagrado lugar, según informan medios palestinos.
Se trata del primer grupo de Bahréin que visita los territorios ocupados por el régimen de Tel Aviv y los medios israelíes, que elogian el acto, consideran el viaje como la predisposición de Manama para reconocer a Israel. Sin embargo, tal hecho ha provocado la ira de los palestinos en un momento de alta tensión en sus tierras por la reciente decisión de Washington de declarar Al-Quds capital del régimen de Tel Aviv.
La delegación bahreiní de 24 miembros visitó el sábado la Ciudad Vieja de Al-Quds en compañía de un reportero de la televisión israelí.
Dicho viaje está en línea con las directrices que ha marcado el rey bahreiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, para facilitar el establecimiento de lazos, que hasta ahora nunca habían existido, con el régimen israelí. De acuerdo con fuentes israelíes, pese a que el canciller bahreiní, el sheij Jalid Bin Ahmad Al Jalifa, ha condenado la reciente decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre Al-Quds, no se ha mostrado contrario a la visita.
Tal viaje también ha provocado la furia del pueblo bahreiní, que apoya a los palestinos. El sheij Husein al-Deihi, vicesecretario general del principal partido opositor bahreiní, Al-Wefaq, en un mensaje publicado en la red social Twitter, ha enfatizado que la delegación no representa a la nación bahreiní, sino solo al régimen de Al Jalifa.
A su vez, el activista político bahreiní Ebrahim Sharif ha rechazado también en Twitter “esta normalización de las relaciones” con el “enemigo usurpador”. “Considero que esta visita de la delegación es una traición al pueblo palestino”, ha recalcado.