Estados Unidos, escondido detrás del PYD, busca extender su influencia en la zona norteña de la ciudad de Raqqa, ocupada por el grupo terrorista anti-islámico del Daesh hace 4 años. Ya no es un secreto que el país norteamericano, basándose en su acuerdo oculto de seguridad firmado en 2014 con los kurdos sirios liderados por Salih Muslim, ha tomado el control de una pista de aterrizaje en Remilan, bajo el pretexto de luchar contra Daesh pero con el objetivo de crear una brecha entre el norte de Raqqa y la provincia de Al-Hasaka para finalmente establecer una zona de exclusión aérea en la zona común entre las dos ciudades mencionadas.
Algunas fuentes cercanas a Salim Muslim han revelado en sus entrevistas con Alwaqt que PYD ha recibido la considerable cantidad de 300 millones de dólares para colaborar con Washington en la creación de dicha zona.
Una de esas fuentes cree que la zona de exclusión aérea es una trampa y puede causar graves daños a la región dominada por el PYD. También piensa que la cooperación de los kurdos con los estadounidenses en el norte de Siria, por un lado, pone a los kurdos en peligro de los ataques de Daesh y, por otro, provoca a Irán, Rusia y el Hezbolá de El Líbano. La consecuencia será la debilitad de la seguridad de Al-Haska.
source : abna24