Glorificado Sea Dios Todopoderoso, un ejemplo de la grandeza de Su Fuerza y Poder y de la extraordinaria belleza de Su Arte, es la creación de la tierra, a partir de una vasta masa de material nebuloso extremadamente turbulento, desordenado y que se encontraba arremolinándose, barriéndose de un lado a otro, girando y rodando en montones, solidificó una tierra seca y prácticamente firme e inmóvil después de su turbulenta condición de masa inestable; creó sobre esta tierra, capas y capas de gases, en número de siete, y separadas unas de otras. Estas capas gaseosas, aunque se mezclan ligeramente unas con otras, sin embargo cada una están determinadas a ocupar su propio espacio, como si estuvieran fijas en sus lugares. Esta sólida tierra está creada de tal manera que está cubierta por una masa de agua verde azulada, y parece como si flotara sobre un inmenso volumen de agua. Los profundos océanos y mares obedecen Sus Órdenes y los movimientos de sus olas y corrientes suceden de acuerdo a Sus Decretos. Creó sobre esta tierra, sólidas montañas y las fijó de tal modo que algunas de ellas son tan elevadas que sus cimas perforan los cielos y algunas de ellas tienen su base implantada en las partes más profundas de los océanos. Estas montañas como rascacielos, actúan como pivotes y con su ayuda, el movimiento y desplazamiento de la tierra, puestas bajo control. Fue entonces que la tierra, pasó a través de muchos cataclismos y sacudías, y llegó a estabilizarse en la forma actual. Esto fue necesario para que la sólida masa de la tierra no cediera o se ladeara, echando al mar a los habitantes que vivían sobre ella.
Los Continentes no flotarían sobre los profundos océanos o se sumergirían en ellos (lo que se lee en las teoría geofísica y geodésica) Glorificado Sea el Señor que alzó a la tierra alta y seca por encima de los turbulentos y fuertes mares, y la hizo una morada confortable y feliz para sus habitantes como una cuna para un niño pequeño. Depositó la corteza de la superficie de la tierra en el seno de la fluida masa de material por debajo de ella. Es una corteza muy firme y hay ningún o muy poco movimiento en ella; los fuertes vientos pasan sobre ella y levantan las aguas de los océanos en formas de nubes que cursan el cielo sobre la tierra.
Ciertamente hay lecciones y advertencia en estos hechos, para aquellos que temen la Gloria y fuerza del Señor.