Glorificado Sea Dios que Ha creado a la Humanidad, que dio una superficie -corteza- a esta tierra, que hizo que los ríos corrieran por es corteza y que permitió que el verdor cubriera incluso las montañas y altiplanos.
No hay principio ni fi n para Su Entidad, está más allá del tiempo, Es el primero y no se puede imaginar comienzo a Su origen ni final a Su Existencia. La naturaleza y todo lo que hay en ello -del microcosmos al macrocosmos- se inclinan humildemente ante Él, obedecen sumisamente Sus Mandamientos y reverentemente ofrecen alabanzas a Su Gloria.
Al comienzo de la creación, concedió a todo (desde la energía, radiación, hasta los componentes materiales, la vida y la mente) propiedades especiales y adecuadas, formas y funciones y les confinó -de tal modo dentro de los límites de dichos atributos que cada uno de ellos es prueba de que ha sido creado y es meramente una criatura obedeciendo un programa que ha sido previamente trazado.
La imaginación fracasa en Encontrarle dentro de límites o dimensiones, no puede sugerir de Él ningún movimiento o cambio de lugar y no puede pensar ninguna forma o cuerpo para Él. Está más allá de la comprensión y el entendimiento. Así pues, no es posible explicar cuándo comenzó a Existir y por cuanto tiempo Permanecerá. Su Existencia es Autoevidente, pero no se puede decir cómo se manifiesta a Sí Mismo. Está Oculto de nuestros sentidos e intelecto, pero no se puede explicar en dónde está oculto. No teniendo forma ni cuerpo, no Está sujeto a ningún cambio, deterioro o destrucción, ninguna cortina puede nunca Cubrirle u Ocultarle. No Está ni próximo a Sus criaturas de un modo que puedan Tocarle o Sentirle físicamente ni su separación de Sus criaturas es como la de un campo respecto a otro.
Nada le está oculto, Conoce lo que ve un hombre, lo que piensa y lo que dice abierta y secretamente. Ve también cuando un hombre sobrepasa los límites de su integridad -humanismo- y los cánones de la justicia, osada, abierta y desvergonzadamente, sin temor a Dios y a la sociedad, o tras la cortina del secreto, oculto a los ojos de otros hombres.
Sobrepasa el comienzo del tiempo y del espacio. Está mucho más allá de las cifras mediante las cuales se les puede medir y muy por encima de tal tiempo y espacio -dimensiones- tal y como lo han descubierto los hombres de conocimiento (filósofos y científicos) el tiempo, el espacio, las dimensiones son para Sus criaturas y no para Él.
No ha creado los Universos a partir de materia y energía que ya existieran, ni de acuerdo a formas o modelos anteriores que existieran previamente, ni Ha concedido a la naturaleza una existencia o eternidad perpetuas. Sino que le dio creación espontánea basada en Su Suprema Sabiduría
y previsión y Dio a cada objeto la forma, lugar y propiedades que más le convenían. Nada en la naturaleza puede desobedecerle, pero esta obediencia no quiere decir que Le aproveche de modo alguno. Conoce lo que ha sucedido y lo que está sucediendo; Conoce lo que está más allá del espacio al igual de que ahí se encuentra.
Parte del discurso anterior:
¡Oh hombre! Que eres la pieza maestra de la creación en esta tierra, cuyo cuerpo recibió su forma fi nal en las oscuras regiones del vientre de su madre tras espesas cortinas, recuerda que estás que estás hecho de polvo y que por un tiempo determinado -mientras te desarrollabas fuiste mantenido oculto a los ojos humanos. Tus movimientos estaban allí escondidos, no podías escuchar a nadie ni responder cuando se dirigían a ti. Después se te dio a luz en un lugar que era nuevo completamente para ti, donde eras extraño, donde no sabías que era bueno para ti ni que era malo. ¿Quién te enseñó a obtener tu alimento del pecho de tu madre y quién te enseñó a chupar leche? ¿Quién te enseñó a expresar tu agrado con peticiones con tu llanto y tus movimientos? Ciertamente cuando no puedes comprender a completamente a tu ser, ¿Cómo puedes comprender a Tu Creador?
Es imposible que comprendas a Dios con los atributos destinados sólo para Sus criaturas.