Artículo publicado en el periódico el Muecín Nro. 51, en agosto del año 2000. Debido a que es un tema que trata acerca de la educación de los niños musulmanes en Occidente y que hoy más que nunca es motivo de preocupación de muchos padres hemos considerado oportuno su publicación en Kauzar.
Existen muchos dichos en la tradición islámica que hacen referencia a la edad en que las niñas asumen sus obligaciones religiosas que es a partir de los nueve años lunares (cada año lunar es aproximadamente 10 días y 18 hs. menos que el año solar). A esta edad comienzan a afirmar sus creencias en Dios, el Profeta y los preceptos islámicos: las cinco oraciones diarias, el ayuno, el hiyab (o vestimenta islámica).
Si bien los nueve años lunares representan una nueva responsabilidad para la niña, ello involucra a los padres, quienes son responsables de transmitirles, enseñarles e infundirles el amor y el respeto por las enseñanzas islámicas.
El Islam hace recomendaciones desde su concepción, haciendo hincapié en que la enseñanza debe hacerse etapa por etapa, para que sean internalizadas las conductas islámicas y formen parte de su identidad y personalidad.
Parece sencillo escrito en unas líneas la forma en que los niños van incorporando ciertas normas y costumbres, pero quienes somos padres, bien sabemos que requiere de mucha paciencia, amor, moderación, tolerancia y gran sabiduría para que sean aceptadas y para que exista una reciprocidad.
Esto se complica cuando se reside en países cuya cultura no tiene raíces islámicas e ignoran totalmente el Islam o son adversos al mismo.
En tal contexto, y en pro de un desarrollo que no presente resistencia en la sociedad es que las personas van modificando las conductas genuinamente islámicas por conductas "aceptables para la sociedad".
Siguiendo esta lógica, vemos que muchos adoptan diferentes posturas.
1) Están aquellos que dicen que el Islam es muy flexible, muy amplio y que según la sociedad en que se viva se puede cumplir con ciertas normas y con otras no. Generalmente recurren a la aleya coránica que dice: "La ikraha-fi din" que significa "nada de imposición en cuanto a religión" (Sura 2:255) o a la aleya que dice:
"Dios no pide nada a nadie más allá de sus posibilidades" (Sura 2:2-6).
2) Lo opuesto es escuchar decir que el Islam es muy cerrado y no se adapta al avance de los tiempos y por ello sus leyes no son compatibles.
3) También están aquéllos que por temor a perder el Islam se aíslan en ámbitos más cerrados o emigrando para vivir en sociedades islámicas.
¿Cual de las posturas citadas es la mejor y correcta?
¿Tener una postura intermedia, viéndose a sí mismo como "moderado" y no "fanático", considerándose una persona "civilizada" que trasciende todo tipo de ignorancias y fundamentalismos y por ello considera que cada uno puede tener un "Islam a medida”? ¿Esto es lo que el Corán le sugiere a un musulmán?
Esta postura representa un conocimiento superficial respecto al Corán y una interpretación distorsionada de estas aleyas. Deja de lado muchas otras aleyas que concientizan al musulmán a fortalecer la fe en Dios a través del cumplimiento de lo que Él nos recomienda.
El Corán dice:
“…que si cometen una indecencia o son injustos consigo mismos, recuerdan a Dios, piden perdón por sus pecados -¿Y quién puede perdonar los pecados sino Dios?- y no reinciden a sabiendas.”(Corán, 3:135)
“Cuando los que temen a Dios sufren una aparición del Demonio, se dejan amonestar y ven claro.” (Corán, 7:201)
“¿No es hora de que se humillen los corazones de los creyentes ante la amonestación de Dios y ante la verdad revelada y de que no sean como quienes habiendo recibido antes la Escritura, dejaron pasar tanto tiempo que se endureció su corazón? Muchos de ellos eran unos perversos.” (Corán, 57:16)
“Pero quien no siga mi Amonestación llevará una existencia miserable y le resucitaremos, ciego, el Día de la Resurrección. (Corán, 20:124).
No podemos hacer interpretaciones aisladas y subjetivas del Corán sin conocer el momento y contexto histórico en que fueron reveladas sus aleyas.
Respecto a la aleya según la cual "no debe haber imposición en cuanto a religión no se debe interpretar que nos excusa de cumplir con algunos de sus preceptos.
Haciendo una vaga comparación, cuando el maestro le da indicaciones al niño para que estudie para un examen, no le está imponiendo al niño que estudie, pero tampoco le dice que si no estudia lo aprobará. Cuando hace alusión a que Dios no carga al hombre con una carga superior a la que puede soportar, es decir, no pide nada más allá de sus posibilidades, no significa, que si hoy estamos enfermos o cansados y no queremos rezar no recemos, ya que cumplir con las oraciones diarias, usar la vestimenta islámica (que es la misma que usó la Virgen María, las cristianas en Europa Oriental, o judías) son preceptos que no contradicen la naturaleza del ser humano y no son considerados fuera de las posibilidades de ningún ser, por el contrario son preceptos que tienen como fin elevar al ser humano para que trascienda los límites materiales.
Surge la pregunta ¿Acaso pueden considerarse estas prácticas como un obstáculo, cuando la sociedad se aleja de su esencia en pro de una falsa libertad y progreso donde se reemplaza el poder divino por el del hombre?
Podemos revertir la premisa anterior considerando a las imposiciones de esta sociedad secularizada como verdaderas cargas y obstáculos para el desarrollo del "sujeto" como persona capaz de pensarse a sí misma y en la sociedad. El Corán no pone obstáculo para el progreso basado en la ciencia, mientras que el cientificismo sí lo pone al limitar al conocimiento a la observación empírica. ¿Es justo que se considere y juzgue aplicar el Corán en la actualidad como una regresión al pasado, un fanatismo y una falta de adaptación cuando hoy vemos muchas prácticas que se llevan a cabo, producto del egoísmo, ignorancia y deseo?
En cuanto al segundo grupo que considera al Islam muy cerrado presentan un conocimiento aún más superficial y estrecho que los anteriores.
Esto es desconocer las fuentes en las que se basa el Islam para obtener conocimiento, que no se limitan al Corán y los "hadices" (tradición), sino que el intelecto y el consenso de los sabios también son fuente de conocimiento.
Es a través de los sabios que podemos lograr conciliar los preceptos coránicos con los cambios que se van sucediendo a través del tiempo, sin contradecir al Corán.
Esto es conocido en jurisprudencia islámica como "lytihad" y por tener condiciones precisas merece una profundización que no la haré por una cuestión de espacio. Pero sí podemos concluir que estas leyes, teniendo en cuenta estas cuatro fuentes complementarias, y sin que una contradiga la otra, no son tan cerradas, ni tan duras, ni tan inaplicables o incompatibles con los tiempos modernos.
Es importante destacar que no existe en el Islam una oposición entre ciencia y fe sino todo lo contrario. El Profeta (la paz sea con él y su descendencia) del Islam decía: "Busca la ciencia desde la cuna hasta la tumba". Pero también es importante que ésta se encuentre unida a la moral. De hecho, en la actualidad se están creando comités de ética en las distintas áreas científicas y tecnológicas. Es interesante esto ya que, a pesar de que la tendencia es crear una ética cuya fuente es el hombre mismo, la presencia de autoridades religiosas en dichos comités como colaboradores en la dilucidación de estas nuevas leyes, evidencia que se está abriendo una etapa diferente a la moderna y secular -donde lo religioso queda relegado al ámbito privado- y esto no significa añorar el pasado medieval.
Generalmente, se tiende a pensar en la religión como un obstáculo para la ciencia, mientras que el Islam ha incentivado la búsqueda de la misma. Por otra parte, cuando se aplican ciertas leyes que le pone límites a la ciencia, por lo general, es para evitar algún tipo de desequilibrio social, ecológico, corporal o de otra índole. También se tiende a pensar en que la religión priva al hombre de su propia voluntad y libre albedrío, mientras que para el Islam éstas son cualidades y atributos dotados por Dios al hombre y que otras criaturas no gozan. Solo que Dios quiere que las mismas sean encauzadas hacia el bien y por ello prescribe leyes para guiarlo y no para coartar su libertad.
Existen muchas aleyas que aluden a que el Corán es una guía clara para el hombre.
“Ésta es la escritura exenta de dudas, como dirección para los temerosos de Dios”. (Corán, 2:2).
“…y para quienes han recibido la Ciencia que esto es la Verdad venida de tu Señor, para que crean en ella y se humille ante ella su corazón. En verdad, Dios dirige a los creyentes a una vía recta”. (Corán, 22:54).
“A quienes se dejen dirigir, Él les dirigirá aún mejor y les dará que Le Teman.” (Corán, 47:17).
Esto no quiere decir que el hombre no tenga voluntad ni pueda participar del mundo como constructor del mismo a través de su razón Solo advierte que la pura razón sin guía no es suficiente y por ello, Dios envió a los Profetas y Su Libro. Dice el Sagrado Corán:
"La tierra la ha puesto al servicio de las criaturas"(Sura 55: 10).
"¡Compañía de genios y de hombres! ¡Atravesad, si podéis, las regiones celestiales y terrestres! Pero no podréis atravesarlas sin ayuda de una autoridad."(Sura 55:33)
Nos queda por analizar la postura de quienes prefieren permanecer en sus comunidades, sin participar en la sociedad. Es difícil emitir una opinión debido a que se ha dado en todos los tiempos, pero que con la globalización se están viviendo dos experiencias: por un lado la pérdida de identidad y por el otro, la de aquéllos que defienden en forma extrema la misma.
Esto nos lleva a reflexionar acerca de cuál es la actitud que debe llevar un creyente. Por un lado, deseamos vivir de acuerdo a nuestras creencias islámicas, y por ello se tiende al aislamiento, pero por otro lado, sabemos que el Islam es universal y no para una sola comunidad, ya que la palabra de Dios es curación para el hombre, por eso se debe dar importancia a que otros también se enriquezcan de esta cultura milenaria.
De lo que se trata es Si podremos convivir con "el otro". Sobre este tema se han escrito muchas páginas y aún hoy es tema de debate.
Alain Touraine, famoso sociólogo y politólogo francés, contemporáneo, en la Presentación de su libro "¿Podremos vivir juntos?", nos dice que los elementos globalizados, ya se trate de bienes de consumo, medios de comunicación, tecnología o flujos financieros,"...al estar presentes en todas partes, en realidad no están en ninguna cultura en particular hace que solo vivamos juntos en la medida en que hacemos los mismos gestos y utilizamos los mismos objetos, pero sin ser capaces de comunicarnos entre nosotros más allá del intercambio de los signos de la modernidad." Sólo vivimos juntos al perder nuestra identidad.
Frente a este panorama complejo no resulta fácil vivir juntos, pero debemos ser incansables en intentarlo. Y para ello es muy importante al menos, si no defender; comenzar por conocer nuestra identidad porque la pérdida de identidad lleva a la despersonalización y al debilitamiento.
Desde el psicoanálisis se reconoce el papel identificante que cumple toda ideología o religión y que es tan importante o más que su papel legitimante.
Erik Erikson cuando habla de las diferentes etapas que atraviesa el niño en su desarrollo, hace gran énfasis en la ritualización es decir, en la educación o forma en que se van aprendiendo normas y adoptando conductas cotidianas, como también en el papel ritualizador de las ideologías a medida que madura el niño y que genera sentimientos de confianza, seguridad y reconocimiento.
Para Erikson "...la fuerza más básica de la vida humana, la esperanza, surge íntegra de la primera familiaridad y mutualidad..." (1)
El Islam considera muy importante la educación del niño a temprana edad.
El Imam Ali (la paz sea con él) dijo: "El niño tiene derecha sobre su padre y el padre también tiene derecho sobre su niño"
"La mente de un recién nacido es como la tierra virgen que acepta toda semilla sembrada en ella."
Es por ello que, junto con mi esposo, consideramos imprescindible, en un mundo globalizado, donde existe gran decadencia de valores por un lado, y una invasión cultural por el otro,(más aún en un país como Argentina que, no solo tiene escaso conocimiento del Islam sino que, al igual que el resto de los países subdesarrollados o en desarrollo depende, no solo económicamente sino política y culturalmente de los países centrales desarrollados), celebrar en forma muy especial y junto a la comunidad los nueve años lunares de nuestra pequeña Fátima.
Lo viví con cierto temor al comienzo, porque siendo tan niña no sabía si ella estaría lo suficientemente preparada para aceptar una responsabilidad tan grande ante Dios y ante la... (ver la continuación en archivo pdf)