Entre los temas en los que se ha centrado la campaña se encuentran el Islam y la integración de los inmigrantes musulmanes en la sociedad alemana.
Ante la crisis de los refugiados y los últimos atentados terroristas en ciudades europeas, los candidatos y los expertos políticos han debatido cuestiones como la prohibición del hiyab, la ideología islámica y la forma en que deberían integrarse millones de musulmanes en la sociedad alemana.
No obstante, como han señalado estas figuras públicas en los debates televisivos o durante los actos de campaña, la comunidad musulmana de Alemania apenas ha sido consultada sobre los comicios.
Más de 1,5 millones de los 61,5 millones de electores de Alemania son musulmanes. La edición germana del HuffPost se ha puesto en contacto con 10 de ellos para discutir sobre la política alemana, los programas de los diferentes partidos y sus esperanzas para el futuro.
Merve Gül, estudiante de Derecho y traductora:
"Los musulmanes no somos un riesgo para la seguridad"
Gül: Tengo la sensación de que los musulmanes suelen percibirse como un riesgo para la seguridad. Como si no nos interesara vivir en paz.
Lo que realmente necesitamos en política son nuevos enfoques y visionarios reales. Y la conversación sobre la integración significa poco para personas de origen extranjero pero que en realidad se han criado aquí.
Queremos vivir en un país en el que los musulmanes tengan las mismas oportunidades de trabajo y vivienda que el resto de alemanes. Hay partidos que dicen que se adscriben a estas peticiones, pero que se comprometen poco con ello, así que no es del todo cierto.
Ugurlu Soylu, economista de Manheim y pionero en la banca islámica:
"El Islam no es un problema que haya que resolver"
Soylu: He pasado toda mi vida en Alemania. Me duele que los partidos de Alemania siempre asocien el Islam a cuestiones de integración e inmigración y lo vean como un problema que de algún modo tiene que resolverse.
Es correcto señalar que los musulmanes no deberían apartarse de la sociedad, pero los musulmanes alemanes siguen sin ser parte de la visión general de los partidos políticos de Alemania.
Espero que los musulmanes tengan un papel igual de pequeño o igual de grande en los programas electorales que el que tienen los cristianos, los judíos, los budistas, etcétera. Supone un reto para todos nosotros. Pero, si no lo arreglamos, se lo pondremos en bandeja a las personas que dividen nuestra sociedad.
Rabeya Müller, consejera educativa en el Centro para la Investigación y la promoción de Mujeres Islámicas:
"Los radicales y los extremistas son un problema contra el que todos tenemos que luchar"
Müller: Básicamente, tengo la impresión de que muchos grupos y partidos sólo tienen en cuenta un aspecto del Islam o de la gente de fe musulmana.
No obstante, los musulmanes no deberían ser tratados de forma distinta a como se trata a otros ciudadanos. Si nos trataran igual, ciertos grupos no podrían utilizar el Islam del modo que lo han hecho hasta ahora, sin necesidad de que haya o no campaña electoral.
Es fundamental traer normalidad a las relaciones entre la población musulmana y la no musulmana, para que no nos miremos como un problema, y que gestionemos juntos los problemas que nos afectan a la sociedad en su conjunto.
Los radicales y los extremistas son un problema contra el que todos tenemos que luchar y que nos preocupa a todos.
Mis hijos y nietos son musulmanes alemanes de nacimiento; estaría bien que pudieran crecer y vivir de forma natural con este hecho que cae por su propio peso. Al menos he intentado demostrarles lo importante que es votar. Por lo que sé, lo harán, gracias a Dios.
Benjamin Idriz, presidente del Fórum de Múnich por el Islam:
"Los musulmanes que defienden la cooperación deberían recibir más apoyo"’
Idriz: En política, el Islam se suele enfocar como un problema. Si a un amplio grupo de la población alemana —y aquí se incluyen mujeres y hombres musulmanes— siempre se les está reprochando, desde hace décadas, que son principalmente un problema, así no se contribuye a llegar a una solución.
Nuestro objetivo debería ser hacer mucho más hincapié en lo que es positivo, constructivo y alentador.
A los musulmanes que defienden con éxito la cooperación se les debería reconocer mucho más y deberían recibir más apoyo.
En Múnich nos enfrentamos desde hace meses a un problema muy grave por la escasez de salas de oración para el rezo del viernes. Se podría esperar que en una ciudad con millones de habitantes se buscara, junto a los musulmanes, soluciones rápidas y prácticas por su propio interés. Sin embargo, como es evidente, prefieren esperar hasta el final de la campaña antes de apoyar públicamente a los musulmanes.
Los políticos tienen que buscar socios entre los musulmanes, que, unidos, quieren avanzar de forma constructiva y resuelta, construir estructuras, mostrar caminos y explicar cómo progresar. No sería difícil, si quisieran.
Menerva Hammad, bloguera y escritora:
"Al menos Angela Merkel defiende sus decisiones y no sale corriendo y gritando de los debates"
Hammad: Para mí, como musulmana, sigue habiendo muchísimas preguntas sin responder tras esta campaña electoral. ¿Por qué la gente de otras culturas y religiones tiene que abandonar sus valores en Alemania? ¿No es suficiente con adquirir valores alemanes?
¿Y qué hay de los alemanes que se han convertido al Islam?
¿Ellos también tienen que integrarse? ¿Quién evalúa si esa integración ha sido exitosa o fallida?
No ha habido muchas respuestas concretas a estas preguntas. En su lugar, los políticos de todas las ramas se han esforzado por mostrar a Angela Merkel como el gran problema de Alemania. Al menos Angela Merkel defiende sus decisiones y no sale corriendo y gritando de los debates [en referencia a la líder de la AfD de extrema derecha, Alice Weidel, que abandonó abruptamente un debate televisivo en septiembre].
Espero que después de las elecciones se traten los problemas que de verdad importan; por ejemplo, la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Eso nos lo deben desde hace tiempo.
Orhan Bey, 27 años, ingeniero de procesos de Düsseldorf:
"No debemos permitir que tantos y tantos musulmanes se aíslen"
Bey: La integración de los musulmanes ha sido un tema importante en la campaña electoral. Por desgracia, siempre me encuentro con gente de mi propio país, Turquía, y de otros países árabes que hacen lo incomprensible: se aprovechan de vivir en uno de los países más agradables del mundo pero no quieren adaptarse a la sociedad y a sus valores.
Por otro lado, también tiene que haber políticos que motiven a los musulmanes de forma significativa para que se adapten a las costumbres de Alemania. No debemos permitir que tantos y tantos musulmanes se aíslen.
Mis padres han hecho todo lo posible para que yo me críe como un alemán. El Islam que me han transmitido implica respetar a todo el mundo y ayudar a los que lo necesiten. No existe sólo el Islam que suelen mostrar los medios.
Bülent Babür, economista y estudiante doctoral en la Universidad de Bolton:
"Para mí, el mayor problema no es el Islam, sino la justicia social"
Babür: En mi opinión, el Islam no debería debatirse como un tema por separado. La religión no debe politizarse. Las personas que se radicalizan no lo hacen por su fe.
Las fuentes reales de la radicalización son la falta de educación y de orientación en medio de un rápido cambio social y de un debilitado estado social el contexto de un capitalismo masivo. Para mí, el mayor problema político no es no es el Islam, sino la justicia social.
Si la gente tiene que vivir con una pensión de 700 euros, entonces quiero un cambio, está claro. Porque, desde mi punto de vista, esto viola el primer artículo de nuestra Constitución, que garantiza la dignidad y los derechos humanos.
Por este motivo, votaré para que los jubilados puedan recuperar su dignidad. No como musulmanes, no como turcos, sino como seres humanos que sufren con otros seres humanos.
Said Haider, abogado y presidente del think tank Zahnräder Netzwerk:
"Las mujeres que llevan hijab deberían poder ser juezas y profesoras"
Haider: Me encantaría que los grandes partidos garantizaran que las mujeres que llevan hijab puedan ser juezas y profesoras.
Pero si observas los debates que hay ahora sobre los musulmanes en Alemania, el partido de extrema derecha AfD pone el tono y la dirección. Y a los otros partidos les toca reaccionar a esos debates destructivos.
Por un lado, se considera a los musulmanes alemanes como un grupo aparte y, por otro, como parte del país. Y luego hay debates diferenciados. Casi ningún político logra superar esa prueba. Es frustrante.
Ersin Dermican, bloguero de Colonia:
"Las discusiones sobre musulmanes en Alemania son una muestra de incapacidad"
Dermican: Si echas un vistazo a los programas electorales, enseguida te da la impresión de que los musulmanes son aliens que acaban de aterrizar en Alemania.
El hecho de que se debata sobre si los musulmanes pertenecen a Alemania y cómo es una muestra de incapacidad. Con unos 4,5 millones de musulmanes, de los cuales sólo 1,5 millones tienen derecho a votar, no resulta sorprendente que los partidos no busquen el favor del electorado musulmán.
El número de los electores podría ser mucho más alto si la gente hiciera uso de su derecho a la nacionalidad alemana o si se simplificaran las políticas para obtener la doble ciudadanía.
Alim Khaleel*, estudiante de Múnich:
"Los políticos deberían tranquilizar a la gente, no incitarlos más"
Khaleel: A veces se hace referencia al Islam como una ideología peligrosa en sí, y a los musulmanes se los suele mostrar como un grupo radical peligroso. Todos los partidos tratan de manejar este supuesto peligro a su manera. Por eso se instrumentaliza tanto el Islam.
He leído algunos carteles electorales que me dan miedo, pero hay otros que me parecen, simplemente, ridículos. El programa electoral de la CSU, la Unión Social Cristiana de Baviera, habla sobre el terrorismo islamista y sobre los izquierdistas radicales. En cambio, no mencionan el extremismo de derecha, lo cual me parece muy lamentable teniendo en cuenta la tendencia actual y progresiva de la extrema derecha.
Del mismo modo, los ataques cada vez más frecuentes a musulmanes y la creciente islamofobia tampoco se mencionan en los programas electorales.
Espero que los políticos alemanes tranquilicen a la población y no la inciten. Alemania ya tiene suficientes problemas y debería dejar de vapulear al Islam y a Erdogan con el fin de desviar su atención de ellos.
*Alim no es su nombre real, ya que ha preferido mantener el anonimato.
Esta historia se publicó originalmente en el 'HuffPost' Alemania, apareció posteriormente en la edición estadounidense y fue traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.