El día 11 de DhulQa'dah, ha sido engalanado con el nacimiento de 'Alí ibn Musa Ar-Ridha (la paz sea con él), octavo Imam Shiíta. Felicitamos el aniversario del nacimiento de 'Alí ibn Musa Ar-Ridha (la paz sea con él) a nuestro Imam de la Época, Su Santidad Imam al-Mahdi (a.y.) y a todos los creyentes musulmanes, sobre todo los shiítas.
Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) –En esta auspiciosa ocasión hacemos llegar nuestro feliz saludo y felicitaciones a todos los amantes de Ahlul Bait (P) en el mundo.
Nació en Medina un viernes 11 de Dhul Qa’da del año 148. Su madre se llamaba “Naymah” (otro nombre de esta gran dama fue Toktam), fue conocida como una gran dama, inteligente, crédula y abstinente. Toktam fue una esclava traída de la zona de Maqrib.
Ante todo, nuestros Inmaculados Imames eran descendientes de los mejores padres, y fueron educados bajo la tutela de sobresalientes y virtuosas mujeres.
El Imam Ar-Ridha (P) en el año 183 d.H. (799 d.C.), después del martirio de su padre, el Imam Musa Al-Kadzim (P) en la cárcel de Harun, a la edad de los treinta y cinco años, tomó la guía del Imamato en sus manos y aceptó ser el líder de la gente.
El Imamato de este admirable hombre fue, al igual que los demás Imames, según lo dictaminado por el Mensajero del Islam y con la presentación de él por parte de su padre.
El Imam Al-Kadzim (P) antes de ser encarcelado, había determinado quién sería, después de él, el octavo Imam verdadero y prueba de Dios sobre la Tierra, para que sus seguidores y buscadores de la justicia no quedaran en la oscuridad, y no se desviaran.
“Yazid Ibn Salit” manifiesta: Para realizar la peregrinación nos dirigíamos hacia La Meca, en el camino nos encontramos con el Imam Al-Kadzim (P), y le pregunté:
“¿Conoces este lugar?
Respondió: “¡Sí! ¿Tú lo conoces?”
“¡Sí! En este mismo lugar fue donde mi padre y yo nos encontramos con vuestro padre y con vos. Los acompañaban vuestros otros hermanos. Mi padre dijo al Imam As-Sadiq (P): ¡Ofrezco a mi padre y madre por vos! Vosotros sois nuestros Inmaculados Imames, y nadie ha vivido eternamente. Decidme aquello que deba transmitir a los demás para que no sean de los perdidos”.
El Imam As-Sadiq (P) le dijo:
“¡Oh, Abu ‘Umarah! Estos son mis hijos y el mayor de entre ellos es él —apuntando hacia vos—. Él tiene la habilidad para dictaminar, posee entendimiento y generosidad, sabiduría y erudición de aquello que requiere la gente, y también es sabedor de todo aquello referente a la religión y al mundo que la gente requiere; posee un buen temperamento y él es uno de los senderos que llevan hacia Dios.
“¡Infórmame al igual que vuestro padre informó al mío! Y decidme quién será el Imam después de vos”. Le pedí.
El Imam, después de explicar respecto a que el imamato es una disposición Divina y que el Imam es elegido por parte de Dios y Su Enviado dijo:
“Después de mí, el imamato pasará a manos de mi hijo ‘Ali, que lleva el mismo nombre que el primer Imam, ‘Ali Ibn Abi Talib, y el cuarto Imam, ‘Ali Ibn Al Husain…”.
En ese momento reinaba un ambiente sofocante en la sociedad islámica y fue por ello que Imam Al-Kadzim (P) pidió a Yazid Ibn Salit al final de su entrevista:
“¡Oh, Yazid! Lo que te dije guárdalo como un secreto. Y revélalo únicamente para aquellos que son de fiar”.
Yazid Ibn Salit argumenta: Después del martirio del Imam Al-Kadzim (P) fui a ver a Imam Ar-Ridha (P). Antes de que pronunciase palabra alguna dijo:
“¡Oh, Yazid! ¿Me acompañas al Hayy Umrah?
Respondí: “¡Ofrezco a mi padre y madre por ti! Vos mandáis, pero yo no tengo dinero para realizar este viaje”.
“Tu viaje corre por mi cuenta”. Me dijo.
Nos dirigimos hacia La Meca, llegamos al lugar donde años atrás me había encontrado con los Imames As-Sadiq (P) y Al-Kadzim (P)… Luego relaté al Imam la ocasión en que me había entrevistado con su padre y aquello que había escuchado de él.