Human Rights Watch ha pedido a las autoridades de Bahréin que restablezcan la ciudadanía a cientos de ciudadanos, que se han visto privados de la misma por órdenes ejecutivas o decisiones judiciales, mientras el régimen gobernante de Al Jalifa continúa con una enérgica campaña contra activistas pro-democráticos, periodistas y eruditos religiosos.
Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA)- El Instituto de Derechos y Democracia de Bahréin (BIRD), ha dicho que los funcionarios del régimen de Manama han despojado a por lo menos a 738 ciudadanos, 232 en 2018, de su ciudadanía desde 2012, convirtiendo a la mayoría de ellos en apátridas.
“Bahréin parece decidido a ganar el dudoso honor de liderar la región en lo que se refiere a despojar de la ciudadanía a sus nacionales”, dijo Eric Goldstein, director adjunto para Oriente Medio de Human Rights Watch.
Él añadió: “Si bien las autoridades afirman que estos actos están vinculados a la seguridad nacional, de hecho están castigando a muchas personas simplemente por expresar pacíficamente su disidencia”.
BIRD destacó que los tribunales civiles o militares emitieron todas las revocaciones de ciudadanía conocidas desde el comienzo del año en curso.
Human Rights Watch ha registrado violaciones generalizadas de los procedimientos internacionales aceptables en ambos sistemas judiciales. Las violaciones incluyen la falta de acceso a abogados, especialmente durante el interrogatorio, y las confesiones bajo tortura.