¿A través de la lectura de cuales aleyas del Generoso Corán puede obtenerse una mayor recompensa y alcanzar lo deseado?
Un breve
El Corán es el Libro de la práctica. Desde el punto de visa del Islam el Generoso Corán deberá ser aceptado como el libro de la vida y de una serie completa de lecciones formativas para el ser humano. Aquellos que únicamente buscan la lectura y recitación de la sura o suras que dan una mayor recompensa, se ven privados de las bendiciones de las demás aleyas. Deberá recitarse todo el Sagrado Corán y practicarse todos sus mandatos. Pero en las narraciones para cada sura fueron mencionadas virtudes y beneficios especiales. Como por ejemplo a la Sura Al-Fātiĥa [1] se le otorgó una gracia especial y a su lectura la presentaron como equivalente a dos terceras partes del Corán, a la Aleya del Escabel [2:55-257] la presentaron muy beneficiosa y llena de virtudes, a la Sura Al-Ijlāş [112] la presentaron como una tercera parte del Corán, y así también otras suras cuentan con virtudes especiales.
Respuestas detalladas
La lectura y recitación de todas las aleyas del Corán tienen innumerables efectos en este mundo y en la otra vida, y para cada una de las suras del Corán se han mencionado numerosas virtudes. Claro está deberá ponerse atención en este punto que el Corán es el programa de la vida y el Libro de la práctica, su recitación es el inicio para reflexionar, tener fe y un medio para practicar su contenido, mientras que todas las grandes recompensas de los piadosos también se realizan desde este punto y bajo estas mismas condiciones.
Otro punto pertinente de mencionar es que no debemos observar la lectura del Corán como un negocio, y buscar las suras que tengan más recompensa, ya que al limitarnos a su lectura diaria nos veamos privados de las bendiciones de otras suras. El Corán es una serie que deberá toda ella encontrarse unida, y el ser humano al beneficiarse de toda ella es cuando puede llegar a la formación de sí mismo.
Claro está en las narraciones se han mencionado virtudes y bendiciones especiales para cada una de las suras e inclusive para algunas de las aleyas del Corán. Como ejemplo a continuación mencionamos algunas de estas virtudes:
La virtud de pronunciar «بسم الله الرحمن الرحیم» –“En el Nombre de Dios el Clemente el Misericordioso”: En las narraciones islámicas se le ha dado tanta importancia a esta aleya que la han presentado al mismo nivel que el Nombre Supremo de Dios. Al igual que del Imâm As-Sâdiq (a.s.) se ha relatado: “En el Nombre de Dios el Clemente el Misericordioso se encuentra más cerca del Nombre Supremo de Dios que lo negro (el iris) del ojo a lo blanco (la esclerótica) de éste”.[1] Contamos con numerosas narraciones con este mismo significado respecto a las virtudes del «بسم الله الرحمن الرحیم».
En las narraciones también fueron mencionadas virtudes respecto a cada una de las suras del Corán. Por ejemplo respecto a la Sura Al-Fātiĥa [1] fue transmitido del honorable Profeta (s.a.w.) que dijo: “Aquel que recite la Sura Al-Fātiĥa se le entregará tanta recompensa como si hubiese recitado dos terceras partes del Corán, y hubiese dado limosna para cada uno de los creyentes”.[2]
En otra narración dice: “Aquel que recite esta sura (Al-Fātiĥa) le será otorgado todo aquello que pida a Dios”. También la Sura Al-Fātiĥa fue presentada como la curación de cualquier dolor o enfermedad. De cualquier manera numerosas narraciones existen respecto a la importancia de esta sura, y su recitación tiene una gran recompensa.
En cuanto a la recitación de la Sura Al-Ijlāş [112] se han mencionado numerosas virtudes. Como por ejemplo que esta sura es considerada una tercera parte del Corán, y cuando esta sura es recitada durante el funeral, 70 mil ángeles descienden y participan en éste. El gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Aquel que tenga fe en Dios y en el día de la Resurrección, no deberá olvidar recitar la sura Al-Ijlāş después de cada oración, puesto que Dios reunirá para el recitante lo bueno del mundo y la otra Vida, y Dios lo perdonará a él, a sus padres y sus hijos”.[3]
En cuanto a la Sura Al-Baqara [2:], al Profeta (s.a.w.) le fue preguntado cuál era la sura preferente entre las suras, él respondió: “La Sura Al-Baqara y en ella la Aleya del Escabel”.
La recompensa de recita la Aleya del Escabel es tan grande que tanto los shías como sunitas transmitieron que el Profeta del Islam (s.a.w.) dijo: “Cuando un creyente recita la Aleya del Escabel, y envía su recompensa a los muertos, Dios ante cada letra que pronuncia coloca para él un ángel que glorifique a Dios por él hasta el día de la Resurrección”.
Respecto a las virtudes de la Sura Āle ‘Imrān [3] se ha transmitido que quien recite esta sura cada una de sus aleyas será un refugio para pasar por el puente (As-Sirât) sobre el Infierno.[4] Y respecto a la Sura An-Nisā’ [4] está registrado: “Aquel que lea la Sura An-Nisā’ el día viernes, estará a salvo de la presión de la tumba”.[5] Tocante a la Sura Al-Mā’ida [5] dice: “Quien la recite cada jueves, su fe no se contaminará y no asociará nada a Dios”.
Así también en una narración se transmitió del Profeta (s.a.w.) que dijo a uno de sus seguidores: “¿Deseas que te enseñe dos suras que son las más elevadas del Corán?” Contestó: “¡Sí, oh Mensajero de Dios!” Este honorable le enseñó las Suras Al-Falaq [113] y An-Nās [114]”. Después pronunció estas dos suras en la oración de la mañana y dijo: “Recita estas dos suras cuando te levantes y te vayas a dormir”.[6]
Conclusión: Cada aleya del Corán tiene beneficio, entonces no puede juzgarse fácilmente cuál de las suras tiene mayor recompensa. Sino que habrá que recitar todo el Corán y así beneficiarse de todas las virtudes de este Libro Sagrado.
[1]– Exegesis Burhân, t.1, p.41.
[2]– Exegesis Al-Maÿma’ Al-Baîân, t.1, p.14 y 15.
[3]– Exegesis Nemunah, t.27, p.429.
[4]– Maÿma’ Al-Baîân t.1, p.693.
[5]– Zawâb Al-A’mâl, p.133.
[6]– Tafsîr Nemunah, t.27, p.454.