Dieciocho hombres shiítas que dijeron ser miembros del Movimiento para la Unidad de los Musulmanes de Azerbaiyán (MMU) comenzaron a ser sometidos a juicio el 4 de agosto en el Tribunal de Bakú por 'delitos graves'.
Ellos se enfrentan a presuntos cargos que incluyen asesinato, terrorismo, incitación al odio religioso, organización de disturbios masivos, y posesión ilegal de armas. Todos ellos siun excepción rechazaron esos cargos declarados como fabricados; varias veces ellos confirmaron que han sido sometidos a torturas en un intento para inducirlos a declarar contra sí mismos, contra otros acusados y respetados líderes de la oposición.
Los dos acusados más prominentes son «Taleh Bagirzadeh» (también conocido como Sheij Bagirov), un jóven clérigo shiíta que encabeza el Movimiento para la Unidad de los Musulmanes, y «Fuad Qahramanli», vicepresidente del partido de oposición Frente Popular de Azerbaiyán (AHCP).
Bagirzadeh, junto con otros 13 hombres fueron arrestados durante una incursión de la policía en una casa en el pueblo de Nardaran en las afueras de Bakú, donde se encontraban reunidos realizando oraciones.
El ataque se produjo cuando los pacíficos musulmanes shiítas se habían reunido para una ceremonia religiosa en el pueblo de Nardaran para marcar Arbaín, el 40º día después del martirio de Imam al-Hussain (P) y sus fieles familiares y seguidores en la épica batalla de Karbalá.
Los informes dicen que la violencia estalló cuando las fuerzas de seguridad intentaron arrestar salvajemente a Taleh Baqirzadeh, el líder del MMU, quien se encontraba dando un discurso en el marco de la ocasión religiosa. Al menos cuatro personas murieron cuando la policía utilizó fuego real para reprimir a los devotos fieles shiítas presentes en el lugar. Testigos informaron que elementos wahhabí-takfiríes infiltrados asesinaron a dos policías en la escena.
La población de Azerbaiyán es 80% musulmana shiíta, 15% de musulmana suní y un 3% cristiana. El gobierno es secular. Nardaran es un pueblo extremadamente pobre, y una fortaleza para los musulmanes shiítas.
Esto viene, meintras que el gobierno afirma que las fuerzas policiales fueron atacadas con una granada y armas automáticas. Se dijo que la operación se puso en marcha para liquidar al grupo ‘no-registrado’ oficialmente que operaba en Nardaran.
El gobierno de Azerbaiyán afirma que Bagirzadeh creó el Movimiento para la Unidad de los Musulmanes con el objetivo de derrocar el orden constitucional y el establecimiento de un ‘Estado religioso bajo la ley de la Sharia’. Se dice que tanto él como sus asociados han reclutado partidarios en Bakú y otras partes del país y les han proporcionado varios tipos de armamento, y de además haber llevado a cabo ‘reuniones ilegales’ en Nardaran para discutir la movilización de la población en un violento levantamiento contra las autoridades.
De acuerdo con las autoridades de Bakú, la incursión de noviembre se llevó a cabo para neutralizar a ‘un grupo criminal armado que actuaba bajo la cobertura de la religión y estaba tratando de desestabilizar la situación socio-política y organizar disturbios masivos y actos de terrorismos en el país’.
Oqtay Gyulaliyev, del grupo “Azerbaiyán Sin Presos Políticos” dice que no hay evidencias para apoyar las alegaciones de terrorismo. ¿Por qué, se pregunta, si Bagizadeh y sus asociados eran de hecho terroristas, fue desplegada la policía local ordinaria para arrestarle y no en su lugar fuerzas especiales de contraterrorismo? ¿Por qué fueron puestas en peligro las vidas de civiles, y por qué la policía abrió fuego de inmediato antes de llamar al grupo de hombres a rendirse?
El abogado de Bagirzadeh, Elcin Sadiqov dijo después de las audiencias judiciales preliminares el mes pasado que muchos puntos de la acusación siguen sin estar claros. Él también dijo que no había evidencia de que fuese el acusado quien abrió fuego contra la policía, o incluso que los dos hombres muertos identificados como supuestos policías de hecho lo fueran.
Bagirzade subrayó él que nunca ha abogado por la violencia. Él sugirió que la acción de la policía para detenerlo fue en represalia por las críticas expresadas por el Movimiento por la Unidad Musulmana de flagrante fraude durante las elecciones parlamentarias del pasado 1º de noviembre.
Qahramanlali, quien no estaba siquiera cerca de Nardaran en el momento de la incursión, fue arrestado en su casa dos semanas después de que él llevara acabo comentarios al respecto publicados en Facebook. Se dice que él fue acusdo de propaganda contra el Estado e incitar al odio racial o religioso y puesto bajo detención preventiva. Seis meses más tarde, un cargo adicional se le imputó de llamar a la desobediencia civil y agitación popular.
Al declarar el 11 de agosto, Qahramanli dijo que él estaba siendo juzgado únicamente por haber expresado una opinión crítica de las autoridades de Azerbaiyán. “Las autoridades quieren asustar a aquellas personas que están en contra de la corrupción y represalias arbitrarias, siendo esa la razón por la cual fabrican casos políticos (en contra de tales críticos)”, él afirmó.
Gozyal Bayramli, que al igual que Qahramanli es vicepresidente del partido de la oposición AHCP, está en el expediente como diciendo que está convencido de que a pesar de la falta total de apoyo de evidencias, las autoridades de Azerbaiyán están decididos a demostrar una conexión entre el partido y el pretendido grupo musulmán shiíta con el fin de desacreditar al AHCP ante los ojos de la comunidad internacional.
Bagirzade dijo que los investigadores lo torturaron para inducirlo a incriminar al Presidente del AHCP, Alí Kerimli y a Camil Hasanli, el jefe del Consejo Nacional de Fuerzas Democráticas de la oposición, pero él se negó a hacerlo.
Sobre otras 50 personas fueron arrestadas en Nardaran el día de la brutal incursión de la policía. Algunos fueron liberados posteriormente; otros han sido tratados individualmente o en pequeños grupos acusados de cargos menos graves, tales como la supuesta posesión de armas.
La detención de Bagirov llegó meses después de que él y un número de respetados clérigos shiítas azeríes se reunieran con el clérigo iraní Ayatulá Nuri Hamedani en Azerbaiyán. Los medios estatales emitieron imágenes en el momento que muestran a Bagirov dando la bienvenida al Ayatulá, quien es una honorada fuente de emulación religiosa para los shiítas en todo el mundo, acusando al líder del MMU de trabajar para estados extranjeros y tratar de derrocar al gobierno del presidente, Ilham Aliyev.
La República de Azerbaiyán es un Estado de mayoría musulmana shiíta, con más de nueve millones de habitantes, con los shiítas representando el 85 por ciento de la población. El gobierno secular de Aliyev reprimió el 2010 un levantamiento popular dominado por los shiítas en medio de protestas internacionales por su represión de mano dura.
Jalil SAHURIE
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