La construcción y exposición de la Mezquita, opera como un dispositivo - en tanto sitio específico-, que debe entenderse como estructura temporal diseñada y respetando todas las normas éticas estéticas y sagradas que dictamina el Islam. La Mezquita se ha creado con el fin de superponer históricamente un templo sobre otro, provocando así una inclusión religiosa, cultural e histórica del monumento. Para el desarrollo de esta propuesta inicialmente por el artista Pierre Valls, se contó con la estrecha colaboraciòn de la Asociaciòn Mexicana de Mujeres Islámicas A.C. (AMMI) y la presidenta de dicha Asociación: Lic. Lizbeth Márquez Villarreal las cuales, a partir de su labor de convocatoria para activar la Mezquita, han facilitado la activación de la pieza desde sus propios actores: la comunidad musulmana mexicana, altos representantes religiosos shiítas provenientes de America Latina como lo es el Huyyatulislam Sheij Feisal Morhell, representantes de la Mezquita Soraya de Torreón así también intelectuales y artistas vinculados con el mundo árabe y el arte islámico.
Si bién en la mezquita tienen lugar plegarias, conversatorios, y sesiones de recitación de Corán, la instalación en el Museo ha de ser entendida no tanto como un lugar circunscrito únicamente a fines religiosos, asì también como las nuevas metáforas performáticas que subyacen en el arte contemporáneo.