Mediante un comunicado emitido este lunes, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) ha expresado su preocupación por el nuevo decreto migratorio del presidente de EE.UU., Donald Trump, que prohíbe la entrada de refugiados al suelo estadounidense y detiene la emisión de visados para los ciudadanos de Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán, todos ellos países de mayoría musulmana.
El alto comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, ha recordado a Trump, que los refugiados son "personas ordinarias que se han visto obligadas a huir de la guerra, la violencia y la persecución en sus países de origen y que siguen necesitando protección urgente para salvar sus vidas".
"Sigue siendo imperativo dar protección a las personas que huyen de la violencia mortal y estamos preocupados porque esta decisión, aunque sea temporal, pueda aumentar la angustia de los afectados", ha indicado Grandi.
ACNUR recalca que ha sido un socio duradero de EE.UU. a la hora de buscar soluciones para los problemas de los refugiados y ha expresado su deseo de continuar en este sentido la relación.
En este contexto, ha reiterado su disposición a abordar de manera "constructiva" con la Administración Trump todos los programas de refugiados para asegurar que cumplan los estándares más elevados de seguridad.
Después de que la Justicia estadounidense frenara el controvertido intento de la Administración de Trump de prohibir la llegada de inmigrantes de Yemen, Sudán, Libia, Siria, Somalia, Irak e Irán al país, la nueva orden que el mandatario ha firmado este lunes tiene como objetivo vetar durante 90 días el viaje a Estados Unidos de los inmigrantes procedentes de estos países, esta vez excluyendo a Irak.
Según revelaron horas antes fuentes gubernamentales a Reuters, Irak ha sido retirado de la lista debido al papel ejercido por el Ejército iraquí en la lucha contra los terroristas del Daesh y a la decisión de las autoridades del país de poner en marcha una serie de medidas para frenar el flujo de inmigrantes.
En su primera orden ejecutiva, Trump prohibía la entrada de personas procedentes de los siete países durante 90 días y vetaba la entrada al país durante 120 días a todos los refugiados, a excepción de los sirios, cuya entrada estaba prohibida de forma indefinida. Esta medida ha sido retirada del nuevo decreto, que une a todos bajo una misma categoría de 120 días de suspensión.