El Islam, como una escuela salvadora de hombres, es considerado una guía especial para todos, incluidos los obreros, que no se puede comparar con ningún valor material.
El Profeta del Islam (Bpd), un hombre perfecto y líder de todos los profetas, humildemente besaba la mano de los obreros. El Profeta al regreso de la guerra de Tabuk fue recibido por Saad Ansari quien tomó las manos del profeta entre las suyas. El Profeta Muhammad (Bpd) entendió la resequedad de las manos de Ansari y le preguntó el motivo. Ansari le respondió que trabajaba con lampa y cuerdas para abastecer los gastos de su familia. Entonces, el Profeta beso sus manos y dijo: “Estas manos no las quemará el fuego del infierno”.
Estas valiosas palabras demuestran que el Islam considera con respeto y grandeza a los obreros. El Islam alude a los obreros las mejores y nobles características.
Esta religión celestial, en el camino de Dios, recompensa el trabajo que logra ingresos lícitos para la vida y considera al obrero como el Muyahid en el camino de Dios. Al respecto el Imam as-Sadiq (P) señaló que la persona que trabaja por su familia tiene como recompensa la virtud divina, dado que hay una gran recompensa para los muyahidin en el camino de Dios. El Islam recompensa al trabajador en la misma medida que al mártir en el camino de Dios, lo que indica el elevado lugar del trabajo y el esfuerzo en el Islam.
El Islam y los líderes divinos enfatizan que los hombres en ningún periodo de su vida deben dejar de trabajar, incluso en escenarios diferentes en los que se labora para abastecer las necesidades económicas. El iluminado Profeta del Islam (Bpd) buenamente aclara el nivel de los esfuerzos de los musulmanes durante su vida.
Él decía, si hay en tu mano una rama entonces no pierdas tiempo y siembra un árbol antes de morir que el día de la resurrección está acción será valorada.
Todos los líderes y profetas divinos trabajaron y se consideraron obreros. En la trayectoria de los sublimes del Islam se ve mucho trabajo y esfuerzo. Ellos no solo trabajaron para sí mismos sino que estimulaban a los demás a trabajar. En otra narración de la vida profeta se lee que Él durante la construcción de la mezquita de Qoba trabajó hombro a hombro con los trabajadores y junto con ellos cargaron grandes y pequeñas piedras para la construcción de la mezquita. Cuando uno de sus seguidores se le acercó y pidió trabajar en vez del Profeta (Bpd), él no le permitió y le dijo: Ve y toma otra piedra.
Tanto para el obrero y el patrón, la sabiduría y las normas islámicas han determinado derechos y ha enfatizado aplicarlos correctamente.
El trabajo y esfuerzo es uno de los importantes factores en el desarrollo económico y social de las comunidades. Principalmente, el trabajo es el escenario que genera el poder real de las naciones. Cada vez que un pueblo se esfuerza y trabaja, prepara el terreno para alcanzar plenos horizontes y el desarrollo de sus países.
Por eso, el Islam recomienda a los hombres aprovechar las oportunidades y no ignoran el trabajo. Imam Alí (P) en unas palabras agradables decía: “Los trabajadores logran el crecimiento y avance no los inteligentes que no trabajan”. Por lo tanto, una comunidad logra el crecimiento cuando las elites se esfuerzan con seriedad, ya que los resultados de la sabiduría científica se ven en los hechos que se alcanzan con muchos esfuerzos.
Imam Alí (P) convoca a todos a trabajar y esforzarse, al respecto decía: “Felicito a los que trabajan, ya que el derecho no se logra sin esfuerzos. El desempleo y la inactividad crean muchos problemas para los hombres. La falta de ingresos no solo influye en el hombre y su familia sino que influye en toda la comunidad”.
Las comunidades que tienen elevadas tasas de desempleo registran altos niveles de falsos trabajos y delincuencia, como consecuencia esta comunidad es fuertemente vulnerable y está sujeta a diferentes tipos de corrupciones.
El Profeta (Bpd) y los miembros de la Casa Profética (Ahlul Bait -P-) siempre estuvieron ocupados en diferentes tareas y actividades. Estos sublimes al enfatizar el valor elevado de grandeza y dignidad del trabajo no permitían a sus seguidores que con el desempleo se convertieran en frágiles carentes de honor. El Imam as-Sadiq (P), sobre el trabajo dijo que Dios no ha desea que sus siervos sean débiles y desgraciados. Por lo tanto, el trabajo y las tareas en el Islam es muy respetable. Cuando atendemos la base del trabajo, vemos que el resultado del trabajo no es solo salvarse de la pobreza y hambre sino que persigue ciertos intereses, como el incremento de la dignidad y el prestigio de los hombres, generan respeto y autoconfianza y, es evidente, que cualquier acción que genere honor para el ser humano merece respeto. Por lo tanto, en el concepto islámico uno de los más importantes casos de la realización de dignidad y la grandeza de los hombres es el trabajo.
Rezamos al Altísimo que en su poder infinito remueva los velos de los corazones y mentes de los empleadores musulmanes quienes retienen los salarios y derechos de sus trabajadores, particularmente de quienes se esfuerzan en el servicio del Islam y los musulmanes en todo el mundo, particularmente en nuestros países, y sus salarios sean pagados con justicia y a tiempo.