“Han pasado 300 días del cruel cerco del régimen a nuestro líder el Ayatulá Issa Qassim, la región de Diraz y sus habitantes (…) los mercenarios del régimen han cometido todo tipo de crímenes contra las leyes y los modales”, han resaltado este domingo los ulemas bahreiníes.
Por medio de un comunicado, han lamentado las violaciones de los Al Jalifa a todas las normas humanas, sociales, religiosas, jurídicas y económicas con el fin de favorecer los intereses de la minoría gobernante.
“Es una gran vergüenza para este régimen y una gran justificación para su debilidad, su fracaso y su volubilidad”, han subrayado para después prometer la inminente victoria de la resistente nación bahreiní.
A este respecto, han agradecido la paciencia, la resistencia y la valentía de los bahreiníes para conseguir sus objetivos y reformar el sistema político del país a favor del pueblo y acabar con el yugo de la tiranía de los de Al Jalifa.
El régimen de Bahréin, criticado por la comunidad internacional por reprimir a los opositores, decidió revocar en junio de 2016 la nacionalidad del Ayatulá Issa Ahmad Qassim, bajo el pretexto de “propagar el extremismo”, una decisión que provocó masivas manifestaciones.
Al Ayatulá Qassim, que rechaza las acusaciones en su contra, se le ha negado el derecho a tener un abogado que le represente y podría enfrentar hasta 15 años de cárcel, si es condenado.
Al respecto, los bahreiníes han organizado marchas pacíficas en diferentes puntos del país, sobre todo, en la región de Diraz, en demanda de la inmediata puesta en libertad de su líder.
No obstante, estas movilizaciones pacíficas han sido reprimidas sistemáticamente por las fuerzas del régimen de los Al Jalifa, y hasta el momento, se han registrado varios casos de detenciones y abusos