Disolución de Partidos en Bahréin Deja en Evidencia la Dictadura del Régimen al Jalifa

La decisión judicial contra la formación de la oposición del país, anunciada el miércoles, tiene lugar meses después de que el régimen bahreiní tomara la misma medida el año pasado contra el principal partido opositor Al-Wefaq.

Waad fue acusado en marzo de “apoyo al terrorismo”, “incitación a la violencia” y de pretender “promover un cambio del sistema político por la fuerza”, entre otros cargos.

Por su parte, la formación Al-Wefaq denunció el dictamen al tacharlo de una medida que pone de relieve “la profunda crisis y la dictadura en Bahréin”.

“El régimen bahreiní avanza hacia la eliminación de las actividades políticas de la oposición. Con esta medida, Manama se vengó de Waad por su apoyo a las reclamaciones democráticas”, subrayó Al-Wefaq en su comunicado.

También, el Instituto para los Derechos Humanos y la Democracia de Bahréin (BIRD), con sede en el Reino Unido, criticó que "clausurar el último partido de oposición es una declaración 'de facto' de prohibición de toda oposición" en el país.

La decisión se conoce en medio de una nueva ola de protestas a lo largo del país ribereño al Golfo Pérsico desatada después de que el líder espiritual de Al-Wefaq, el ayatolá Sheij Isa Ahmad Qasim, fuera condenado el pasado 21 de mayo a una pena de un año de cárcel, so pretexto de que “propaga el extremismo”.

La policía del régimen ha reprimido de forma brutal a miles de enfurecidos en las protestas, matando a al menos cinco manifestantes y dejando heridos a varios más.

El Gobierno de Manama es acusado, de manera repetitiva, por los activistas y organizaciones de derechos humanos de tratar de silenciar cualquier voz disidente desde la revuelta de 2011, que fue reprimida con la intervención del Ejército de Arabia Saudí.

Desde entonces, la monarquía bahreiní ha aplastado por la fuerza cualquier protesta contra la discriminación de la mayoría shiíta de este país.