El 18 de abril estalló la ola de violencia en medio de protestas contra reformas del gobierno al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las manifestaciones, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.
Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – Al menos 15 personas murieron y otras 200 resultaron heridas en recientes actos criminales perpetrados por grupos delincuenciales en Nicaragua, informó este jueves la Policía Nacional.
En Managua, la capital, se registraron siete víctimas fatales en ataques con armas de fuego y morteros contra ciudadanos que participaron en un concierto por el Día de las Madres, según detalló el subdirector de la institución, comisionado general Francisco Díaz.
Durante los sucesos resultaron lesionados 91 individuos, entre ellos 20 uniformados, agregó.
También en Managua sujetos encapuchados incendiaron por segunda vez la emisora Tu Nueva Radio Ya, saquearon el Ministerio de Economía Familiar y destruyeron vehículos, negocios, así como el estadio nacional de béisbol Dennis Martínez.
En el recuento de las acciones delincuenciales, Díaz se refirió al ataque con armas de fuego contra una caravana sandinista en Estelí (norte), el cual provocó una muerte y 28 heridos.
De igual manera relató los sucesos ocurridos en ese mismo departamento, donde vándalos arremetieron contra la Alcaldía y la Dirección General de Ingresos. Los actos causaron tres muertes.
Similar número de personas perdió la vida en Chinandega (noroeste) por el mismo tipo de acciones, que también se repitieron en Masaya (oeste), donde agredieron instituciones policiales, educativas y negocios.
A ello se suma el secuestro de una unidad de transporte con 32 pasajeros, los bloqueos de vías y cobro ilegal de peaje en varias zonas del país.
El gobierno denunció que la situación de violencia en la nación es generada por grupos políticos de oposición con agendas específicas, lo cual constituye una conspiración que viola la Constitución.
Asimismo, rechazó acusaciones de esos grupos, que en una provocación demencial y sin precedentes en el país, se confabulan para denunciar ataques inexistentes, luego agredir, producir víctimas y culpar a las instituciones del orden público.
Por otra parte, también condenó las campañas difamatorias de esa conspiración que desde la intimidación, el miedo, las amenazas y el terror pretende entregar el país a la delincuencia y al crimen organizado.
Según el ejecutivo, el presidente Daniel Ortega reafirmó categóricamente a las familias que el único camino a la paz es el diálogo, el establecimiento de la verdad y la búsqueda de las soluciones demandas por el pueblo.
El 18 de abril estalló la ola de violencia en medio de protestas contra reformas del gobierno al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las manifestaciones, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.
Acorde con observadores, tales reformas sirvieron de pretexto para poner en marcha un plan dirigido desde el exterior con el objetivo de desestabilizar la nación centroamericana y provocar el derrocamiento del gobierno.
